Recientes informaciones avisan que son miles los pobres que viven en túneles subterráneos del país más rico del mundo: EE.UU.
Se está confirmando que muchísima personas sin hogar viven debajo de las calles, en túneles subterráneos, en las principales ciudades del próspero EE.UU. Alejadas de la vista de los demás.
Recientemente, en Kansas City, la policía descubrió la pasada semana unos túneles profundos donde se habían instalado numerosas personas, llamadas ‘sin techo’, por supuesto que procedió al desalojo aduciendo un «entorno inseguro». Afirmaron las autoridades que dichas personas vivían en total miseria y descuido, rodeadas de basura y pañales sucios amontonados.
No se sabe bien aun quiénes son estas personas sin hogar y tampoco cómo cavaron esos túneles tan profundos. Se suma así, otro informe sobre tal tipo de situaciones de viviendas. Ya en el 2010 conoció que unas mil personas viven en unos 321 kilómetros de túneles situados en las calles de la pintoresca Las Vegas. Sus habitáculos están amoblados como pueden, hay quienes tienen camas, armarios y hasta pequeñas bibliotecas, procedentes de libros abandonados.
El periodista Mateo O’Brien explica que __»Se trata de personas normales, de todas las edades, que han perdido su camino, por lo general después de un evento traumático». Lo hizo al encontrarse con ‘la gente del túnel’ cuando estuvo investigando un caso de asesinato, cómo no! y llegó a fundar una organización para ayudarles, incluso escribió un libro sobre el particular.
El periodista O’Brien, informa que entre ellos se encuentran muchos veteranos de guerra «que sufren de estrés postraumático» y, además, encontró indicios (como juguetes y ositos de peluche) de que en los túneles vivirían también niños.
En la otra punta del país, las autoridades de la ciudad de Nueva York constantemente tratan de expulsar a quienes viven en los túneles de debajo de la mega ciudad – que se las conoce como ‘gente topo’ – pero siempre fracasan al querer localizarlos.
Aparte de los miles de vagabundos que viven en túneles, hay además muchas personas que por hogares tienen carpas, tiendas de campaña, como el caso de unos 80 indigentes de la ciudad de Lakewood, en Nueva Jersey, donde montan un campamento, en el que no faltan unas gallinas, una iglesia y hasta un piano.
Pero, en este mes de abril los habitantes del campamento llegan a un acuerdo con las autoridades sobre un plan para desalojar la zona «después de que sus residentes encuentren hogares»…
De este modo, a pesar de todas las afirmaciones del gobierno estadounidense de que se da por finalizada la recesión en el país y las cosas están mejorando, estos son ejemplos que demuestran claramente que la pobreza y el número de familias que no tienen viviendas en este país sigue aumentando.
Y hablando de autores y libros, el escritor Daniel Quinn explora en su libro «La Comunidad Ishmael» lo que considerea el resurgimiento del tribalismo como tipo de organización comunitaria. Plantea que la tribu es una organización social eficiente ya que garantiza que todos sus miembros sobrevivan en condiciones igualitarias, en cambio, en nuestra civilización, sólo tienen
garantizado ese derecho los más ricos.
Según la leyenda urbana, resulta que cuanto más se desciende en el subsuelo neoyorquino, más extrañas y peligrosas son las misteriosas tribus humanas con que nos encontraríamos.
Es en el laberinto del subterráneo de la ciudad de Nueva York, que es una gran mole de acero y cemento erguida de modo imponente sobre un terreno rocoso que ha sido perforado en todas direcciones por el intrincado entramado que conforma el subterráneo del Metro. El que, si bien su trazado en la superficie data de 1863, el subterráneo se comenzó a construir debajo
del suelo en 1904, afirma en su libro «El Túnel», Margaret Morton, donde habitan en las catacumbas de Nueva York los sin hogar. Pero, a partir de entonces se añaden nuevas líneas y estaciones, a la vez que se clausuraban las que van quedando obsoletas. Así las cosas en los diversos lugares estadounidenses, los sin hogar encuentran sitio en zonas impensables, como en los bosques del estado de Washington, donde improvisadas cabañas, simples techumbres o tienditas de campañas, sirven de alojamiento a huraños habitantes que han huido de las ciudades…
Todo esto ya nos lo comentó Silo en los 90 cuando hizo una breve vista a Nueva York y al consultarlo un periodista a su regreso, sobre qué le había impresionado más de EEUU, y dijo sin vacilar:__ Ver tantos pobres ( se refería a lo observado en visitas hechas a los conocidos barrios de Bronx, Harlem etc.).
Sin duda es la puntita de un enorme iceberg que delata estas desigualdades sociales que aumentan y que ‘el sistema’ no tiene ni la mas mínima previsión para quienes quedan ‘out’. ¿Se podrá reparar, o habrá que intentar otro mundo nuevo más humano?
Quizás algún día las palabras de un ex presidente hondureño, que afirmó que ‘si ayudamos a terminar con la pobreza, será bueno para todos’, puedan ser bien consideradas.