A raíz de la muerte del escritor y humanista español José Luis Sampedro, mundialmente conocido por su prólogo al libro «¡Indignaos!» de Stéphane Hessel, por el movimiento 15M y porque recibiera el Premio Nacional de Letras en su país en el 2011, publicamos acá su famoso Epílogo a la obra colectiva «Hacia una rEvolución mundial noviolenta: del 15M al 15O» que nos hace llegar su amigo Rafael de la Rubia:
Epílogo de J.L. Sampedro
Junio 2011
“¡Vaya la que habéis armado los dos abuelos!” me dicen con frecuencia. Confieso que es halagador. Sin embargo, no es así. El Movimiento 15-M o el quincemayismo, como a mí me gusta llamarlo, llevaba tiempo gestándose y, afortunadamente, sobrepasa el alcance de un éxito editorial. En su momento, acepté gustoso prologar el libro de Stéphan Hessel, Indignaos, por mi profundo convencimiento acerca de la necesidad de decir NO, de rebelarse contra la tiranía del poder financiero y la corrupción política, responsables del franco retroceso en materia de derechos humanos y bienestar social. Al menos en una parte del mundo, pues no hay que olvidar que la mayoría de la Humanidad ni siquiera los había alcanzado.
Sin duda el grito de Hessel fue muy oportuno, pero el éxito de la manifestación del 15-M y la perfecta organización de las acampadas posteriores, seguidas del 19-J y de las marchas; las paralizaciones de los desahucios y el revulsivo en una buena parte de la sociedad, se deben a una toma de conciencia y trabajo previos.
Los medios de comunicación no paran de solicitarme entrevistas en torno a todo ello (es decir a vosotros) y siempre contesto lo mismo: “preguntad a los protagonistas, no a mí”.
Soy un ferviente y esperanzado defensor del quincemayismo, por lo que no quiero negaros estas líneas, a modo de epílogo, que me pedís para vuestro libro, pero no dejéis que ni políticos, ni medios ni intelectuales se apoderen de vuestro movimiento. Ni siquiera “los dos abuelos”. Vosotros estáis más avanzados, sois la vanguardia, pertenecéis al mundo nuevo que está naciendo. Nosotros encarnamos un pasado, vosotros os jugáis vuestro futuro.
José Luis Sampedro