Propuso que se suspendan las maniobras militares, que se retiren las armas nucleares y que la ONU levante las sanciones. Para surcorea, la propuesta es «ilógica».
Corea del Norte solicitó hoy a Seúl y a Washington que suspendan sus maniobras militares conjuntas, retiren las armas nucleares de su vecino del sur y levanten las sanciones de la ONU para volverse a sentar en la mesa de negociaciones.
En una decisión que baja la tensión tras varias semanas de amenazas, el gobierno de Kim Jong-un expresó por segundo día consecutivo su deseo de volver a dialogar, pero bajo condiciones que fueron rechazadas por Corea del Sur.
El primer requisito impuesto por la Comisión Nacional de Defensa (CND) -máximo órgano militar norcoreano- es que se «tomen medidas» para que la ONU retire las sanciones impuestas a Pyongyang por las pruebas nucleares y de misiles, según un comunicado divulgado por la agencia EFE.
También exigió que Seúl y Washington garanticen que no se harán más «ejercicios de guerra nuclear para amenazar o chantajear» a Corea del Norte, en referencia a los ejercicios militares que se realizan en territorio surcoreano.
Estados Unidos y Corea del Sur deben retirar todos los «medios bélicos nucleares» de Corea del Sur si realmente van en serio con su oferta de «diálogo y negociaciones», señaló el texto.
«El diálogo y la guerra no pueden existir al mismo tiempo», afirma la CND en su comunicado.
El gobierno surcoreano respondió inmediatamente que rechaza las exigencias de su vecino del norte por considerarlas «ilógicas».
El portavoz de la cancillería de Seúl pidió a Corea del Norte que «ponga fin a tales exigencias irracionales y tome la decisión correcta».
En febrero, Corea del Norte realizó un tercer ensayo nuclear que recibió sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Debido a las sanciones, el gobierno norcoreano declaró a la semana siguiente «completamente nulo» el alto el fuego acordado hace seis décadas con Corea del Sur para poner fin a la guerra entre ambos países.
Si bien Seúl no le dio demasiada relevancia a la anulación del armisticio por parte de su vecino del norte, desde entonces la tensión fue en aumento.
La expectativa estaba puesta en el 15 de abril último, cuando Corea del Norte celebró el aniversario de su fundador, Kim Il-sung. Se esperaba que ese día realizara la prueba de misiles.
Sin embargo, no se produjo ningún episodio y desde entonces la tensión fue reduciéndose en lo que parece una respuesta a los recientes llamamientos al dialogo de Seúl y Washington.