En Brasil, centenares de personas se concentraron el jueves para protestar contra la privatización del estadio de Maracaná, donde se realizarán eventos del Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos de 2016. Dos entidades privadas están compitiendo para hacerse cargo de la gestión del estadio, que según los opositores a la medida debería seguir en manos públicas. El mes pasado fue desalojado un grupo de aborígenes que durante años vivió en un ex museo indígena contiguo al complejo. El museo fue demolido como parte de las tareas de renovación, que insumieron centenares de millones de dólares.