La venta de tierras ancestrales genera mucha polémica. La administración actual del Instituto del Indígena enajenó unas 25 mil hectáreas a favor de un particular. Las tierras pertenecen a la parcialidad Ayoreo, un grupo históricamente olvidado del chaco paraguayo. Decenas de familias se vieron afectadas por la disposición irregular.
Precisamente por estas razones, las comunidades indígenas consideran a la venta de sus tierras como fuera de la ley. Especialistas en esta problemática afirman que éste es un precedente sumamente grave. El caso está ahora en manos de la justicia.
El escándalo por la venta de tierras motivó la remoción del titular del INDI, Rubén Quesnel. La Presidencia dispuso su destitución. Amnistía Internacional manifiesta su preocupación esta situación, ya que Paraguay cuenta con dos sentencias internacionales por despojo de tierras. El daño a las comunidades es enorme.
Los abogados de los indígenas anuncian una querella criminal contra los responsables de la venta de las tierras ancestrales. Ahora, los nativos están en alerta para salvaguardar el sitio, ya que se ha constatado incluso que la tala de bosques ya inició en la zona.
Juan Cáceres Troche, Asunción.