Una vez dentro, Ángel Navarro, miembro de CAS-Madrid ha leído un texto en defensa de la sanidad pública titulado Desmantelan la sanidad pública para asegurar el negocio de la privada. El discurso ha sido interrumpido por uno de los agentes de seguridad del centro privado que ha tratado de arrancar una de las pancartas a la fuerza mientras instaba nerviosamente a los allí reunidos a abandonar el recibidor alegando que se trataba de “un espacio privado”. Otro de los miembros de seguridad ha relajado los ánimos y ambos han salido a la puerta de la clínica para llamar a la Policía Nacional.
“El gobierno busca establecer una sanidad de dos velocidades para el disfrute de quienes se lo puedan pagar; estamos asistiendo a un espolio descarado”, ha explica Navarro. Según sus palabras, estamos viendo “cómo el capitalismo está entrando de lleno en los derechos fundamentales de las personas”.
Julio Lucena, uno de los usuarios allí presentes, ha explicado que este tipo de iniciativas “las debería secundar toda la población, pues es un problema de todos”. Él ha acudido al que es su hospital de referencia con la preocupación de que su madre es pensionista y “cada día le sale más cara la sanidad pública, es un ahogo constante al que nos están sometiendo”, ha declarado.
Unos minutos después, el grupo ha salido pacíficamente a la puerta del centro, donde ocho policías nacionales les han preguntado sobre lo ocurrido. Éstos les han comunicado que tan solo iban a mantener las pancartas unos diez minutos. Antes de las 18.30 horas, la acción se ha disuelto.