Conforme a una fuente diplomática francesa, bajo la condición de anonimato, Francia ha mandado un contingente a Bangui para evitar que los insurgentes de Séléka tomen el aeropuerto de la ciudad.
Francia, además, pidió la celebración de una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ante los acontecimientos en la República Centroafricana, país que era colonia del país galo hasta 1960.
Hasta el momento, París no ha solicitado la evacuación de los aproximadamente 1200 franceses que residen en la República Centroafricana, pero les ha pedido que se mantengan en sus domicilios para evitar problemas.
Este sábado, los integrantes de la coalición Séléka confirmaron su infiltración en Bangui para obligar al presidente del país, François Bozizé, a abandonar el poder.
Los combatientes africanos habían tomado con anterioridad el control de las zonas de Bossangoa (norte) y de Damara (este).
El grupo rebelde Séléka se alzó en las armas el pasado 10 de diciembre para exigir que “se respeten” los acuerdos de paz concluidos entre 2007 y 2011, y violados por el Gobierno, según los rebeldes.
Pese a los innumerables recursos minerales, como oro y diamantes, entre otros, con los que cuenta la República Centroafricana, ésta vive sumida en la pobreza, y desde su independencia ha sido escenario de varias rebeliones y golpes de Estado.