En septiembre del año anterior murió de forma violenta, víctima de un hecho delictivo, Juan Antonio Serrano, joven fotoperiodista ecuatoriano. Sus padres, su familia y el colectivo de fotógrafos Paradocs, del cual sigue fue fundador y sigue siendo integrante, han creado el concurso “Fotoperiodismo por la Paz, Juan Antonio Serrano”: un homenaje a su memoria y su trabajo, una forma reconciliadora de darle continuidad a su esfuerzo y trabajo.
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Paradocs es una cooperativa de fotografía que está integrada por Francois Lasso, Juan Antonio Serrano y Santiago Serrano. Se dedica a desarrollar proyectos de fotografía, especialmente documental; cuenta también con una pequeña editorial llamada “El Taller de la Retina”, a través de la cual han publicado en un poco más de un año seis libros de fotógrafos ecuatorianos contemporáneos. Santiago fue quien nos comentó, en entrevista para Pressenza, el sentido y características de esta iniciativa.
P: ¿En qué contexto se inscribe esta iniciativa?
S: El premio nace en una coyuntura específica: la muerte de Juan Antonio en un hecho de violencia absurda, gratuita. Es una idea de la familia de Juan Antonio que, en conjunto con Pardocs, decide crear este premio de Fotoperiodismo por la Paz Juan Antonio Serrano. El premio busca promover proyectos que ya estén en marcha, no importa hace cuánto tiempo. Los proyectos deben ser de fotógrafos ecuatorianos o residentes en el país hace desde hace tres años o más y el fondo del premio es un aporte para que esos proyectos en marcha, puedan concluirse en los próximos nueve meses.
P: ¿De qué manera esperan ustedes que estos proyectos aporten a la paz?
S: Creemos que es importante poder mostrar las historias, los ensayos, los reportajes fotográficos que pueden inspirar la paz. Creemos que el ejercicio del fotoperiodismo puede contribuir con un grano de arena a que se vean historias y hechos que están sucediendo y que tienen relación con la paz.
El tema es libre, se pueden presentar fotografías de cualquier tema. Sin embargo, por una parte debe haber un respeto por el tema, por la persona fotografiada, por el contexto y por otra, tiene que promover, inspirar, orientar hacia la no violencia. El espíritu tiene que evidenciar que el hecho que se está contando está relacionado de alguna forma con la no violencia y la paz.
No se trata de no hacer de violencia, es necesario hacerlas, verlas y que la gente las vea; pero no la violencia por la violencia, no gratuitamente por vender, por sensacionalismo o porque es una buena foto y nada más, sino porque hace un tratamiento ético, en contexto y distinto de la violencia. No queremos ver palomitas y globos, porque la vida no es así. Queremos verlo todo, siempre en contexto. Y estos hechos, también es necesario verlos.
Finalmente, aunque el tema es libre, pedimos a cada proyecto que explique de qué manera considera que el trabajo que está haciendo contribuye a la paz. De este modo, son los propios fotógrafos quienes explican esa relación. Y reitero, puede ser una historia pequeño o amplia, porque pueden ser igualmente importantes y motivadoras. Buscamos que tengan el espíritu de fomentar la paz, de estimular, de que te mueva algo por dentro, eso es lo que buscamos. Que haya cosas que te muevan, que te cuestionen, que te hagan reflexionar sobre lo que está pasando.
P: ¿Por qué fotoperiodismo?
S: En primer lugar porque así se definía Juan Antonio, como fotoperiodismo. Estamos seguros de que es la manera en la que él lo habría planteado.
En segundo lugar, porque el ejercicio del fotoperiodismo ha sido, históricamente, un ejercicio ético en pro de la paz. Hay una larga trayectoria y experiencia, especialmente en fotografía de guerra. Sabemos que la fotografía por sí misma no puede cambiar estas realidades, pero es necesario mostrarlas, poner una luz sobre ellas, abrir una ventana para ver, para que todos vean. Siempre con respeto, sin manipulación.
P: ¿Cómo garantizar que efectivamente, los trabajos presentados sean respetuoso de las personas y el contexto?
S: Hay un jurado presidido por Stephen Ferry, fotoperiodista reconocido y premiado, que nos está apoyando en todo. El otro es Jorge Luis Serrano, hermano de Juan Antonio y presidente del CNCine, porque queremos que la familia siempre esté ligada al premio. El tercero se determinará hasta el 25 de marzo y será internacional también. Así, garantizamos un jurado de nivel, serio y con experiencia.
Además, a cada proyecto se le pide información detallada, además de las fotos. Con esa información y las fotos mismas, estimamos que podemos tener una idea de cómo esta persona hace lo que hace. No podemos garantizarlo, pero si ya tienes fotos, texto, motivaciones, es posible verlo. Es complicado porque tiene que ver con la ética.
