La centroizquierda se reunió con sindicatos y empresarios pero no alcanza el consenso necesario entre las fuerzas políticas. Si no hay acuerdo, se volvería a votar.
El líder de la centroizquierda italiana, Pier Luigi Bersani, calificó hoy de «dramática» la situación política italiana y aseguró que se necesitará de «un milagro» para relanzar el país, mientras se acortan los plazos para una formación de gobierno cada vez más complicada.
«La situación es dramática, lo han dicho todos», insistió Bersani, quien tras recibir el viernes el encargo de formar gobierno, comenzó una febril ronda de conversaciones con sindicalistas y empresarios para verificar si cuenta con el respaldo necesario para tomar las riendas de la endeudada Italia.
Hoy, el líder de la centroizquierda se reunió con los principales sindicatos, tras haberlo hecho ayer con grupos empresarios, según informó la agencia de noticias Europa Press.
Bersani, del Partido Democrático (PD), alcanzó en los pasados comicios la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, pero no en el Senado, donde no tiene ni siquiera el número de escaños requeridos para garantizarse el apoyo a su investidura.
Su única alternativa para gozar de la gobernabilidad que necesita el país en momentos tan complicados es formar una coalición con otros partidos, pero todos sus potenciales aliados han puesto condiciones que Bersani no quiere aceptar.
Los sindicatos quieren gobierno
En su encuentro de hoy, los sindicatos expresaron a Bersani su preocupación por la inestable situación política -que se suma a una seria crisis económica- y se mostraron contrarios a la realización de nuevas elecciones.
«La situación es seria, por no decir dramática. Perdemos miles de puestos de trabajo cada día, mientras en las próximas semanas otras muchas empresas cerrarán», señaló el líder de la central UIL, Luigi Angeletti, y reclamó «una baja seria de los impuestos y de los costos de la política».
El líder del sindicato CISL, Raffaele Bonanni, en tanto, expresó su rotundo rechazo a «que se vuelva a votar».
«Hace falta formar un gobierno, hacerlo a cualquier precio», subrayó, tras asegurar que no comprende por qué los partidos no quieren «aliarse» y llamó a la responsabilidad de las fuerzas políticas ante la necesidad de formar un gobierno para evitar un regreso a las urnas.
Tras reunirse con el líder de la Confederación General de la Industria Italiana, Confindustria, el líder del PD dijo que el presidente de la patronal «fue clarísimo» al señalar que hay quienes creen que «la crisis está ya a nuestra espalda y, sin embargo, está por delante de nosotros».
Berlusconi advierte
En tanto, el ex primer ministro Silvio Berlusconi insistió hoy en la creación de una gran coalición entre su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), y el PD, en la que Bersani sería primer ministro y el secretario general del PDL, Angelino Alfano, viceprimer ministro.
«Il Cavaliere», planteó esta propuesta durante una reunión de los grupos parlamentarios del PDL, informó la agencia ANSA.
«O el PD cambia de línea 180 grados y se muestra disponible a un gobierno con el PDL y al mismo tiempo declara querer un moderado en la jefatura de Estado, o se vuelve a votar lo antes posible», advirtió Berlusconi en declaraciones a un programa de televisión.
Berlusconi aseguró que la Liga Norte, su principal aliado, los apoya en esta postura y que acudirán juntos a las consultas con Bersani, tras dejar claro que su partido «no permitirá de ninguna forma» al PD que forme «un gobierno que excluya a más de un tercio de los italianos y que quiera poner las manos también sobre el presidente de la República».
Si esto ocurre -insistió- su partido no dejará que «funcione el Parlamento», y con los diputados y senadores que tiene bloquearán el trabajo parlamentario y llevarán la protesta a la calle.
«Nosotros pedimos un gobierno con el PDL y un presidente de la República de procedencia moderada, que debe ser un hombre de garantía para todos», resumió Berlusconi.
Votos que no se suman
La centroizquierda, con 119 senadores, necesitaría conseguir los 159-160 votos que le darían la mayoría necesaria para la investidura en la Cámara Alta, lo que parece casi imposible sin un pacto entre el PD de Bersani el PDL de Berlusconi.
La gran revelación de las elecciones del mes pasado, el Movimiento 5 Estrellas, del cómico Beppe Grillo, con sus 53 senadores ya manifestó que no está dispuesto a votar la investidura de Bersani o de cualquier otro gobierno.
Los 21 votos de los senadores de la lista del primer ministro saliente Mario Monti, Elección Cívica, no son suficientes y tampoco es seguro que quieran apoyar a un gobierno de centroizquierda.