El carácter humanista, solidario y unionista del presidente venezolano, Hugo Chávez, le imprimió una relevante y particular relación a sus vínculos con los países africanos.
“Lo digo desde lo más hondo de mi conciencia: América del Sur y África son un mismo pueblo”, afirmó el líder bolivariano en un mensaje enviado en febrero pasado a los mandatarios reunidos en la III Cumbre del Foro de Cooperación África-América del Sur (ASA), en Malabo, Guinea Ecuatorial.
En la carta, leída en el plenario por el canciller de Venezuela, Elías Jaua, y quizás el testamento político hacia esa región, el gobernante sudamericano reiteró su más irrevocable compromiso con la causa de la “unión de nuestros pueblos”.
Chávez, quien falleció el 5 de marzo, lamentó “desde lo más profundo de mi ser” no poder estar físicamente en la reunión, alertó sobre los peligros y llamó a fortalecer la integración Sur-Sur mediante un permanente vínculo de trabajo conjunto.
De “África madre” -como la llamó- vinieron los códigos y elementos que componen el sincretismo cultural, musical y religioso “nuestroamericano”, creando una unidad ya no tan solo meramente racial entre nuestros pueblos, sino más aún espiritual.
El gobernante venezolano recordó en su misiva cómo la explotación del sistema esclavista en sus colonias, “sembraron en Nuestra América sangre africana guerrera y combativa”, y rememoró como de ella germinaron Toussaint Louverture, Alexandre Pétion, José Leonardo Chirino y Pedro Camejo.
Más adelante evocó el siglo XX y las luchas libertarias de África, que comparte junto a América Latina y el Caribe un pasado de opresión y esclavitud, pero que los une también “un presente de lucha irrenunciable por la libertad y definitiva independencia de nuestras naciones”.
No me cansaré de reiterarlo: somos un mismo pueblo, remarcó, y llamó a no perder la oportunidad de unificar las capacidades para “convertir a nuestras naciones en un auténtico polo de poder, que, para decirlo con el padre Libertador Simón Bolívar, sea más grande por su libertad y gloria que por su extensión y riquezas”.
Sobre los peligros que se ciernen actualmente, recordó que la estrategia neocolonial busca dividir a las naciones más vulnerables del mundo y someterlas a una “esclavizadora relación de dependencia”.
Ante esas amenazas que intentan “impedir el avance y profundización de nuestra Cooperación Sur-Sur”, el estadista sudamericano dijo como Bolívar en su carta de Jamaica de 1815: “unión, unión, unión, debe ser nuestra máxima consigna”.
El presidente de Venezuela llamó a avanzar en iniciativas concretas como PetroSur, la Universidad de los Pueblos del Sur y el Banco del Sur, y propuso que el canal multinacional Telesur se articule con África para llevar la “verdad y realidad de nuestros países”.
La declaración de Malabo, firmada por jefes de Estado y de Gobierno de los 63 países que asistieron a la cumbre ASA, reconoció el beneficio de la cooperación Sur-Sur al punto de rubricarse 27 proyectos en diferentes sectores.
Si bien la cuarta república de Venezuela no tuvo embajadas en África, con la llegada de la Revolución Bolivariana Chávez autorizó la apertura de ellas para cubrir todo el continente, sobre todo en la región subsahariana, declaró Reinaldo Bolívar, vicecanciller.
El Estado sudamericano, al decir del diplomático, es el único país del mundo que tiene relaciones con todas las naciones africanas, y es el tercero, después de Cuba y Brasil, con mayor presencia en ese continente.
Como parte de la política exterior multilateral que impulsó el líder bolivariano, viajó a países como Argelia, Libia, Mozambique, Mali, Gambia, Benín, Angola y Sudáfrica, nunca antes visitados por presidente venezolano alguno, con los cuales firmó acuerdos en ramas como petróleo, agricultura, tecnología, marítimos, cultura, economía y telecomunicaciones.
Según el vicecanciller Bolívar, los acuerdos de cooperación suscritos entre Caracas y los países africanos, más de 200, tienen como base la complementariedad y el equilibrio.
A todo ese esfuerzo se agrega las decenas de estudiantes de África que han ido a estudiar a Venezuela a formarse en las especialidades de salud, ciencias sociales y deportes.
La prematura desaparición física de Chávez, a los 58 años, causó aflicción entre los jefes de Estado, y lo recordaron como el hombre que durante su presidencia “Venezuela profundizó los lazos políticos y diplomáticos con el continente africano”.
El mandatario de Kenya, Mwai Kibaki, subrayó que el gobernante también será recordado como un artífice clave del Marco de Cooperación África-Sudamérica en áreas de la política, la economía y la cultura.
“La colaboración entre los dos continentes bajo este marco seguirá siendo definida y se desarrollará aún más. Se trata de un legado memorable del presidente Chávez que debemos valorar”, apuntó Kibaki en el mensaje de condolencias.
En Ghana el estadista John Dramani Mahama destacó que el líder sudamericano se “consagró a la construcción de una nueva sociedad en su país a través de reformas sociales y económicas progresistas que sacaron de la pobreza a millones de venezolanos”.
Mientras su homologo de Zambia, Michael Sata, afirmó que “es reconocido por su real preocupación por los pobres y esfuerzos desbordados por mejorar los niveles de infraestructura, educación, salud y alfabetización en su país”.
Estamos persuadidos de que el pueblo venezolano continuará determinado y unido junto al gobierno para proseguir la obra del fallecido presidente, subrayó.
Goodluck Jonathan, de Nigeria, elogió que su homólogo latinoamericano hizo todo lo posible por ayudar al pueblo y al país durante “sus 14 años de presidencia”.
Desde Sudáfrica, el presidente Jacob Zuma recordó la estancia de Chávez en ese país en septiembre de 2008, la cual contribuyó a fortalecer los sólidos lazos políticos y económicos entre ambos Estados.
Destacó que el Gobierno del comandante bolivariano promovió en Latinoamérica la integración regional, basada en la justicia social.
La presidenta de la Comisión de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, resumió el sentir de toda África al manifestar que la muerte del destacado hombre de ideas y acciones fue recibida con “profunda tristeza” por el bloque de 54 países.
Calificó a Chávez de gran revolucionario y elogió sus “tremendas contribuciones a la emancipación de su pueblo, así como su liderazgo excepcional y cualidades humanas”.
Como revolucionario internacionalista, indicó Zuma, fue un amigo de África que junto a otros dirigentes contribuyó con el establecimiento en 2006 del Foro de Cooperación África-Sudamérica.