Comunicado de prensa de la Unión de Actores y Actrices de Madrid
¿Qué harían los maestros si dispusieran de dos horas en directo en la 1 de Televisión Española el próximo domingo por la noche, en horario de máxima audiencia? ¿Qué harían los trabajadores de la Sanidad Pública? ¿Qué harían las personas en paro? ¿Qué harían las personas a quienes sacan por la fuerza de sus casas al no poder hacer frente a las deudas con los bancos?
Desde el sindicato Unión de Actores y Actrices de Madrid hacemos un llamamiento a la reflexión a los compañeros del cine que tienen el honor de participar en la celebración de los premios Goya, ya sea como nominados o como presentadores. Desde el máximo respeto a la libre decisión de cada uno de hacer o decir lo que le venga en gana, llamamos a reflexionar sobre la situación que estamos viviendo y la responsabilidad de cada uno ante la misma.
No sabemos qué harían los maestros o los médicos del sector público si dispusieran de dos horas de televisión en directo (o casi) para celebrar y promocionar su profesión, cosa tan necesaria, vista la campaña de desprestigio que sufren. Sí sabemos lo que llevan meses, y años, haciendo en la calle: defender lo que es de todos.
Muchos pueden pensar que la gente de la cultura no debería expresar en público sus opiniones acerca de lo que sucede a su alrededor, que deberían limitarse al ejercicio de su profesión. Muchos pueden pensar que la implicación de los artistas en el «No a la Guerra» les supuso el rechazo por parte de un sector de la población. Sin embargo, también son muchas las personas que creen que tenemos la responsabilidad de aprovechar el altavoz del que disponemos y del que tanta gente carece. Porque nosotros también somos ciudadanos: sufrimos la Reforma Laboral y el paro, somos pacientes de la sanidad pública, padecemos los recortes en educación, porque también somos padres, conocemos y vivimos de cerca la injusticia de los desahucios,….
El próximo domingo podría ocurrir que habláramos sobre lo que sucede. El próximo domingo podría ocurrir que dijéramos No a los recortes: Hay alternativas. La pregunta es: ¿qué supondría mayor rechazo esta vez: volver a decir no o quedarnos callados?