23 lenguas oficiales en Bolivia cuentan con su propio alfabeto y tres están en vías de ‘normalización’, informó el jueves el jefe de la Unidad de Políticas de Educación Intra-Intercultural de Plurilingüismo del Ministerio de Educación, Wálter Gutiérrez, a propósito del Día Internacional de la Lengua Materna, que se celebra esta jornada.
’23 lenguas oficiales tienen sus alfabetos publicados porque se trabajó con los hablantes y tres están en vías de normalización, el aymara quechua y guaraní, es decir, que su uso sea normal en computadoras o que escribamos, las demás están en su desarrollo y otras en estudio’, dijo en entrevista con Bolivia TV.
Este 21 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, que fue instituido por la UNESCO en homenaje a los estudiantes masacrados por la policía de Dhaka, capital de la República de Bangladesh, cuando se manifestaban en defensa y por el reconocimiento de su lengua materna, el Bangla, en 1952.
Gutiérrez explicó que durante la Colonia y la República el país tenía ‘muchas lenguas’ que fueron desapareciendo y otras se encontraron ‘en situación crítica’, por eso a partir de la nueva Carta Magna se declara como oficiales a 36 lenguas indígenas – originarias, además del castellano.
‘Hasta la nueva Constitución ninguna (lengua) era oficial, ni el castellano’, dijo.
Sin embargo, actualmente hay lenguas en peligro, por ejemplo, la chiquitana que tiene 4.000 hablantes de 180.000 habitantes, contrariamente al canichana que tiene 140 hablantes y una población de 180, lo que por lo menos le da ‘vitalidad’.
El jefe de la Unidad de Políticas de Educación Intra-Intercultural de Plurilingüismo manifestó que cada pueblo indígena tiene su propio Instituto de la Lengua para que los hablantes puedan desarrollarla. El Ministerio de Educación asigna ítems y recursos económicos para respaldar sus actividades.
Cada lengua es intrínseca a la cultura de un pueblo, agregó, y ahí radica su sabiduría y cosmovisión, por eso ‘si un pueblo pierde su lengua, pierde su cultura’, mencionó.
En ese marco, añadió, es que la Ley Avelino Siñani – Elizardo Pérez incorpora el estudio de la lengua materna a través del currículo educativo que este año se implementa en primero de Primaria y Secundaria.
La lengua materna no siempre es indígena puede ser el castellano, aclaró, pero es tan importante que un niño la desarrolle, pues aprende mejor porque nació con esa lengua.
‘Si a un niño aymara se le enseña primero castellano para él es como ruso y no aprende’, dijo.
Según Gutiérrez el objetivo es que un joven cultive una lengua materna que le recuerde su esencia y sus raíces, adquiera una lengua extranjera que le comunique con el mundo y desarrolle una lengua urbano, el castellano que lo integre al país y permita entenderse entre bolivianos.
Finalmente indicó que ‘reafirmamos la voluntad como Estado de desarrollar lenguas y culturas que tenemos y Bolivia es tan rica, ahora 36 pueblos indígenas que aún tienen su lengua y cultura y está ahí su sabiduría y cosmovisión y somos un Estado Plurinacional’.