Argentina y el resto de los países que conforman la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) cerraron el 2012 con índices de desempleo por debajo de las naciones desarrolladas, con un promedio para la región de 6,1 por ciento, contra 10,5 de la Unión Europea y 7,9 de Estados Unidos.
De esta manera, mientras en Europa una de cada 10 personas no tiene trabajo, aunque en algunos países como España o Grecia, esa relación es de una de cada cuatro; en Sudamérica, el desempleo alcanza a uno de cada 20 ciudadanos.
De la región, Brasil lideró a fines de 2012 la reducción del desempleo al alcanzar el histórico 4,6 por ciento, el más bajo de su historia.
Argentina también se mantuvo con uno de los registros históricos más reducidos de 6,9 por ciento de desocupación.
Chile cerró el año con un desempleo de 6,1 por ciento, y Uruguay, de 6; en tanto que en Perú la desocupación se ubicó en 6,7; en Paraguay, en 5,6; en Bolivia, 5; en Ecuador, 4,8; en Colombia, 9,2; y en Venezuela, 6,4.
Estos números contrastan fuertemente con el 26,8 por ciento de falta de trabajo en Grecia; el 26,1 de España; el 17,5 de Croacia; el 16,5 de Portugal; y el 14,7 de Irlanda, Chipre y Eslovaquia.
También quedaron muy por encima de los países de la UNASUR, los índices de desempleo de Letonia, con 14,2 por ciento de su población económicamente activa sin trabajo; Lituania y Bulgaria, con 12,3; Italia, con 11,2; Hungría, con 10,9; Polonia y Francia, con 10,6; y Eslovenia, con 10.
Otros que superaron la media sudamericana de desocupación fueron Estonia con 9,9 por ciento de sus habitantes en condiciones de trabajar sin poder hacerlo; Turquía, con 8,2; Dinamarca, con 8; Reino Unido, con 7,8; Finlandia, con 7,7; y Bélgica y República Checa, con 7,5.