El último panel del II Encuentro del Futuro titulado “El Desafío político de los cambios científicos y sociales” contó con las intervenciones de los panelistas Guido Girardi, Presidente de la Comisión Futuro, Heraldo Muñoz, subsecretario general del PNUD para América Latina y el Caribe, y del jurista español Baltasar Garzón. Los panelistas coincidieron en que en el desafío de disminuir la desigualdad será la principal demanda hacia el futuro.
· Baltazar Garzón: “El sistema político y económico del mundo se basa en la mantención de la injusticia más radical por medio de un sistema económico que potencia un capitalismo autoritario”.
El debate se inició con la intervención del cientista político Heraldo Muñoz quien abordó su discurso sobre las reorientaciones estratégicas que se están dando en el mundo, el rol de Asia y como América Latina tiene grandes potencialidades en este nuevo escenario. El diplomático presentó las tendencias que se están dando a nivel mundial, comenzando con la emergencia de países más pequeños y latinoamericanos en la dinámica del primer mundo. “Para el año 2050 se estima que el 50% del ingreso bruto global se va a dar en China, India y Brasil, como también una tendencia acelerada hacia el surgimiento de la clase media”.
El Subsecretario General del PNUD indicó que la emergencia de una clase media empoderada está cambiando la dinámica de consumo y toma de decisiones. Entregó cifras de cómo la clase media ha ido aumentando de manera sistemática en diversos países del mundo, incluido Chile. También añadió como tercera tendencia la democratización incierta, ya que la democracia “aún no echa raíces en muchos países, hay demandas de participación ciudadana, pero los resultados son aún inciertos”.
Otra tendencia a la que hizo referencia Muñoz fue el acceso a la energía y la inhabilidad de continuar promoviendo fuentes de energías basadas en los actuales índices de consumo “vamos a tener una presión sobre la economía y el medio ambiente que se plantea como inaceptable en caso de que no se tomen las oportunidades de las energías renovables y el acceso universal a matrices energéticas limpias”. A esta se suma el aceleramiento por la conectividad, el acceso a internet, a banda ancha fija y a telefonía celular y la importancia de invertir en conocimiento, ciencia y tecnología “los países que no inviertan en ciencia no podrán sumarse al mundo, Chile ahí tiene un gran desafío ya que sólo invierte 0.4% del PIB”.
Por último y como principal factor de preocupación añadió la “tremenda desigualdad que hay en el mundo. Pero esta dinámica se da particularmente en América Latina, desigualdad económica, de crecimiento y de género. Debemos impulsar reformas tributarias en nuestra región, la economía se puede ver bien, pero hay decepción y la decepción se da principalmente por la desigualdad. La desigualdad es el freno para el futuro de nuestros países”.
A su turno, el destacado jurista español Baltasar Garzón- reconocido por impulsar una orden de arresto contra el ex dictador Augusto Pinochet por la muerte y tortura de españoles y por crímenes contra la humanidad- centró su ponencia sobre los desafíos políticos para el real cumplimiento de la carta de los Derechos Humanos. “Es indispensable el acompañamiento de los derechos y de la ética para garantizar la construcción de un sistema democrático que permita un desarrollo y una base de bienestar permanente”.
El abogado destacó la importancia de la incorporación de los conceptos de los Derechos Humanos en el establecimiento de políticas públicas, incluidas también las ciencias y tecnologías, “la cara y la cruz han sido objeto de debate en estas jornadas, pueden ser instrumentos que vulneren derechos pero también pueden ser instrumentos de ejercicio de derechos dándoles mayores proyección”.
También se refirió a la brecha de desigualdad “Chile quedó como el país más desigual de la OCDE donde el sector más rico gana 23 veces más que el más pobre, y esto es una constante universal, y esto puede traducirse de que el desarrollo, de la mano de la tecnología, no está siendo pensando desde los seres humanos”.
Puntualizó que el actual sistema en que se ordena el mundo apunta a mantener la desigualdad y la injusticia, “el sistema político y económico del mundo se basa en la mantención de la injusticia más radical por medio de un sistema económico que potencia un capitalismo autoritario”. “Nuestros nuevos amos son los grandes empresarios”.
El abogado precisó la importancia de potenciar una ciudadanía informada y que demande de sus autoridades, y que en ese escenario, “la transparencia en la gestión se convierte en una exigencia para un escenario diferente, más humano y que revitalice la solidaridad como la emergencia para el cumplimiento de los antiguos y nuevos derechos humanos”. Subrayó que “el gran reto del siglo XXI es construir herramientas para cumplir con los Derechos Humanos de primera y segunda generación, e ir un paso más allá y generar una declaración de los Derechos de la Naturaleza”.
Al finalizar, el Presidente de la Comisión Desafíos del Futuro y organizador del II Encuentro del Futuro, Senador Guido Girardi, señaló que “casi no hay fronteras entre futuro y presente. Se puede construir un mundo mejor, la pasión de los seres humanos puede cambiar el mundo. Cuando se habla de cómo la política puede intervenir en el mundo que viene, debemos en primer lugar cambiar la manera de pensar, el pensamiento racionalista no sirve para interpretar el mundo que viene”.
El Senador también se refirió a la crisis de las instituciones con un pensamiento centralizado de arriba hacia abajo, “la contradicción hoy día tiene que ver con la desigualdad, tiene que ver con la pobreza, tiene que ver con la inequidad y eso no está desvinculado de un mundo que está ordenado de un modo que ya no sirve, necesitamos una sociedad más colaborativa”.
El Parlamentario subrayó que se debe entrar en una tercera revolución industrial que tenga una nueva escala de valores, “donde se diluyan las fronteras y el ser humano y la naturaleza sean el eje central. Tiene que existir una ética de respeto a la vida de los seres humanos pero también a la vida en general”.
Hizo un llamado a generar “un mundo de la colaboración, acelerar el paso a las energías renovables que va a generar un mundo colaborativo ya que todos podremos generar nuestras propias energías, y eso generará una economía distinta, donde-gracias a internet y las energías renovables- podremos relacionarnos de manera horizontal”.
Finalizó indicando la importancia de potenciar energías limpias donde nuestro país genera un rol fundamental y la potencialidad estratégica del agua.