Cuba registra la más baja tasa de mortalidad infantil de las Américas, lo que constituye un logro del sistema nacional de salud cubano, destacó hoy la prensa local.
Por cinco años consecutivos, ese indicador se encuentra por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos -4,6 en el 2012- subrayó el diario Granma.
Este inobjetable éxito de la Salud Pública se sustenta fundamentalmente en la decisión y voluntad política del gobierno revolucionario cubano, que ha hecho realidad un Sistema Nacional de Salud accesible y gratuito para todos los ciudadanos, y en el desarrollo educacional, recalcó el diario.
La tasa de mortalidad infantil constituye un indicador demográfico de los decesos de niños durante el primer año de vida, el más crítico en la supervivencia de las personas, y es un medidor cualitativo de la protección y bienestar infantil.
Por provincias, Sancti Spíritus es la que cuenta con la más baja incidencia de muertes infantiles en el año 2012, con 2,8, seguida de Artemisa con 3,8, Holguín y Cienfuegos, 3,9 y Granma con 4,1.
Datos preliminares dados a conocer por la Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública, revelan que en el año recién finalizado ocurrieron 125 mil 661 nacimientos, siete mil 406 menos que en 2011.
Precisa Granma que afecciones durante el período perinatal- alrededor del parto- principalmente vinculadas con los nacimientos prematuros en niños que nacen antes de las 34 semanas constituyen la causa principal de muertes entre los menores de un año.
También los defectos congénitos y otras anomalías de origen genético, e infecciones adquiridas en la comunidad como influenza y neumonía son causa de decesos en los primeros 12 meses de vida.
Destaca el rotativo que Cuba tiene una de las tasas más bajas de mortalidad infantil por defectos congénitos, que es de 25,6 por ciento, mientras en los países desarrollados es de un 40 por ciento.
Otra noticia alentadora es que Cuba registró en 2012 la segunda más baja tasa de mortalidad materna en su historia, que fue de 21,5 por cada 100 mil nacidos vivos, cifra que representa 15 decesos menos que en 2011.