Señor
Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique
Presidente de la República de Chile
Presente
Ante la violencia registrada en los últimos días en la Región de la Araucanía y que estaría enmarcada dentro del llamado Conflicto Mapuche, y ante los descarados y desvergonzados intentos de muchos representantes del duopolio político que gobierna Chile hace más de cinco lustros de aprovechar dicha situación con un mero afán figurativo, nos parece un deber ineludible el fijar nuestra postura como partido ante tan repudiable realidad.
El Partido Humanista representa a un grupo importante de chilenos el que, sin ir más lejos, se reflejó en un cinco por ciento de la votación en los comicios municipales del año recién pasado. A pesar de ello y debido a que el PH no tiene representación parlamentaria muchas veces las autoridades administrativas desconocen nuestra representatividad ciudadana, ignorando con esa simple, pero discriminatoria acción el parecer de un porcentaje considerable de compatriotas.
Por tal razón, y buscando que la voz de los Humanistas sea escuchada, reiteramos la opción de nuestro movimiento por la no violencia, como principio y metodología de lucha social fundamental, y precisamos que desde esa perspectiva estamos en total desacuerdo con la vía violenta como forma de resolución de los conflictos. Repudiamos el atentado incendiario que culminó con la muerte de Wegner Luchsinger y su esposa Vivianne Mac Kay, pero también estamos en total desacuerdo con la postura adoptada por el Gobierno, pues parece fundarse en la ramplona creencia que el fuego se apaga con bencina. No estamos para nada de acuerdo con aquellos pequeños grupos organizados en la zona del conflicto que actúan cual si estuviesen desarrollando una guerra de guerrillas, y también repudiamos de manera enérgica el “extremo celo” con que las fuerzas policiales reprimen a las comunidades mapuches, buscando entre ellos a los responsables de los ataques violentistas.
Porque como sabemos que la violencia genera más violencia, estamos en total desacuerdo con las autoridades cuando proponen la aplicación de la Ley Antiterrorista en contra de quienes resulten responsables de los atentados y ataques, pero también con un claro afán intimidatorio en contra de las comunidades originarias que se han levantado para exigir que sus tierras ancestrales les sean devueltas por el mismo Estado que una vez se las arrebató. Por eso mismo nos parece intolerable que alguien que pretende llegar a la primera magistratura de la nación proponga, sin siquiera arrugarse, que los mapuches que se manifiestan en pro de sus legítimos derechos sean repelidos con balas de verdad.
La deuda con nuestros hermanos mapuches la tenemos todos como país y no permitiremos que los gobernantes de turno, sea cual sea su cuño, pretendan borrar con sangre, violencia y discriminación años de despojo, sobre todo si en su toma de decisiones en vez de garantizar la igualdad de todos los ciudadanos –tal como lo consagra la Carta Fundamental- son movidos por intereses particulares y claramente identificados.
Como Partido Humanista, por nuestras convicciones, nuestros principios y nuestra visión de la vida y el mundo, siempre estaremos del lado de los más débiles y procuraremos que la justicia, por más humana e imperfecta que sea, se aplicada por igual a todos los habitantes de nuestro país, que los derechos nos favorezcan a todos y no sólo a unos pocos, por más grandes que sean sus fortunas. Además, la vergüenza nos hace entender que es imperativo remediar y recompensar la tremenda injusticia en la que por siglos han vivido nuestros hermanos mapuches.
Esta, señor Presidente, es la misma opinión que le habríamos expresado en la reunión que desde vuestro Gobierno se convocó y realizó junto a “todos” los partidos políticos chilenos, excepto el Partido Humanista.-
Partido Humanista de Chile