Los brasileños iniciaron este 2013 con un incremento del nueve por ciento del salario mínimo y una exención del impuesto sobre la renta para los que ganan más de seis mil reales.
Se estima que 45,5 millones de personas se beneficiarán del ascenso del salario mínimo, el cual se elevó hasta 678 reales (330 dólares), según fuentes oficiales.
La presidenta Dilma Rousseff destacó el pasado lunes que la elevación de los sueldos mejorará el nivel de vida de los brasileños, así como acrecentará el acceso de estas personas al mercado nacional.
Rousseff resaltó que en este nuevo periodo los ciudadanos que reciben hasta seis mil reales al mes no tendrán que pagar el Impuesto sobre la renta, con lo cual se cumple con una exigencia de los sindicatos, lo cual favorecerá a más del 90 por ciento de los trabajadores.
Además de las mensualidades se incrementaron igualmente los pagos a jubilados y pensionados, lo cual representa un egreso anual de 12,3 mil millones de reales (poco más de seis mil millones de dólares), reveló el Departamento Intersindical de la estadística y de los estudios socioeconómicos.
Entre otras acciones alentadoras del Gobierno aparece también la reducción del costo a partir de febrero de las tarifas de electricidad en 16,2 por ciento para el sector residencial y hasta 28 por ciento para las industrias, lo cual influirá en la caída de los costos de producción y estimulará la manufactura.
Se prevé que este año la economía tenga un crecimiento de cerca del cuatro por ciento y se consoliden los planes sociales, que en los últimos 10 años permitieron sacar de la pobreza extrema a unos 30 millones de ciudadanos.
La jefa de Estado ratificó la necesidad de invertir este 2013 en la educación y otros programas de enseñanza para garantizar la superación de los brasileños, y la formación de técnicos y profesionales capaces de elevar la competitividad de la industria.