El gobierno ruso aseguró que las autoridades sirias confirmaron que no utilizarán material químico y criticó el plan de la OTAN para desplegar defensas antimisiles.
El embajador ruso ante la OTAN, Alexandr Grushkó, en una rueda de prensa, aseguró que a Rusia le «preocupa» la presencia de armas químicas en Siria, pero considera que sus autoridades no tienen ninguna intención de usarlas, pese de las informaciones que desde Estados Unidos y otros países hablan sobre supuestos movimientos de material químico.
El martes, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, aseguró en Bruselas que su Gobierno mantuvo contactos con las autoridades sirias al respecto y recibió la «confirmación» de que no usará sus armas químicas.
La OTAN y Estados Unidos, sin embargo, expresaron su preocupación y consideran que al verse superado el Ejecutivo de Bashar al Assad podría hacer uso de ese arsenal o perder control del mismo.
El embajador ruso, además, insistió en que Moscú «no entiende» el despliegue de misiles aliados tipo Patriot para proteger a Turquía de la amenaza de Siria, aunque reconoce el derecho de Ankara a pedir apoyo a sus socios, informó la agencia de noticias EFE.
Según Grushkó, los «incidentes» que se produjeron en la frontera entre los dos países no se evitarán con los misiles, que además contribuyen a «militarizar» la zona.
«Si hay una provocación en la frontera, los Patriot no van a ayudar a estabilizar» la situación, aseguró.
Turquía solicitó a la OTAN una mejora de sus defensas aéreas después de que varios misiles lanzados desde territorio sirio cayesen en el país, causando varias víctimas mortales.