Por Juan Emilio Drault
Desde que la ciencia y la tecnología evolucionaron han ido generando más y más datos, más y más información. Evolucionamos la tecnología no sólo para medir, sensar, detectar, relevar y trasladar la información sino para almacenarla en cantidades difíciles de representar para un simple mortal.
Pero al mismo tiempo, ha ido evolucionando un sistema económico, una organización y una cultura, que pone el foco en las ganancias que pueden obtenerse. Por tanto, la información es una de las nuevas niñas mimadas de la generación de ganancias.
El traslado de la información es aún el negocio más importante, porque la información viaja por la televisión, Internet, diarios, revistas, radios, libros, y una cantidad muy amplia de métodos. Algunos particularmente muy prolíficos comercialmente hablando.
Por último la generación de esa información es otro de los grandes mega negocios de la era actual.
Si conectamos los puntos y los encerramos en un círculo que represente a sistema económico capitalista, la producción, almacenamiento, traslado y consumo de información van a representar una generación de ganancias nuevamente difícil de representar para un “simple mortal”.
Pero como es de público conocimiento, en un sistema económico capitalista no hay transacción sin especulación. Hay a su vez una enorme concentración de poder relacionada a quienes manejan este negocio. Y son estas personas y sus corporaciones las que tienen importantes intereses políticos para que sus organizaciones tengan aún más poder. Por lo tanto, teniendo una herramienta especulativa de tal tamaño, sin dudas que toda organización generadora o transportista de información de alto nivel, tendrá interese políticos formados, y por tanto, manipulará la información creada y entregada para su propio beneficio, o el beneficio de accionistas o empresas con las cuales se asocia, incluso si son medios del gobierno de turno.
Es de esperar por lo tanto que la mayor parte de la información consumida para nuestra toma de decisiones sea información contaminada. Así como el ser humano hoy contamina alimentos, aire, o agua, también lo hace con la información, por lo tanto es de vital importancia crear ciertos “anticuerpos” contra la información contaminada y manipulada, es de vital importancia lograr un estado de lucidez mínimo que, cual Neo en Matrix, logremos ver los unos y ceros en las paredes moviéndose, porque el marco en el que nos movemos es básicamente una realidad construida, porque construimos nuestra percepción de la realidad mayormente por lo que nos llega a través de estos proveedores que contaminan la información para su propios intereses. Mientras tanto, como usuarios, en una inmensa cantidad de casos a nivel mundial, no contamos con herramientas adecuadas para analizar información, para ver generalidades, para conectar puntos, para tener un pensamiento crítico, para en definitiva hacer un mejor uso de la información, y por tanto tomar mejores decisiones que afecten a nuestra vida, nuestro futuro y el del mundo en general. Esto último es lo primero que está a nuestro alcance para mejorar, porque lo primero que podemos hacer es comenzar a abrir ese ojo introspectivo que analiza mejor lo que “entra” a nuestros dominios mentales, si es que pretendemos tener dominio y no ser dominados. Actualmente somos en gran mayoría dominados por este bombardeo de información contaminada, información que incluye desde la historia que nos cuentan durante nuestro paso por la escuela y universidad, simples cuentos infantiles, hasta el noticiero y los diarios. Todo tiene un grado de contaminación que puede ser analizado y detectado. Pero primero es vital que comencemos a generar los “anticuerpos” mentales necesarios para rechazar esta contaminación y evitar que se nos “pegue” en nuestra mente de forma tal que nos nuble la visión hasta el punto en que nos impida literalmente ver la realidad y sólo seamos meros autómatas al servicio de “la voz” que nos indica lo que pensar, decir y hacer, como hoy sucede tan ampliamente.
La producción, transporte y entrega de información deberá necesariamente comenzar a ser parte inicial y fundamental del cambio que queremos ver en el mundo. Precisamos que estos tres pilares se constituyan por fuera del esquema del negocio y la especulación, y necesitamos desarrollar los “anticuerpos” que nos permitan descontaminar la información existente y producir nueva información. La creación de esa información atenta contra las bases fundamentales del sistema actual, por lo que ya se ha visto que genera reacciones violentas de muy distinto calibre por parte de corporaciones y gobiernos, pero desde mi visión actual, es probable que sea estratégicamente la primer mejor inversión de tiempo y energía que podamos aplicar quienes deseamos ver un cambio importante en el futuro próximo.