El soldado Bradley Manning pudo, por fin, hablar públicamente en su defensa, en una audiencia preliminar al consejo de guerra al que será sometido el próximo año. Manning es la presunta fuente de la mayor filtración de inteligencia en la historia de Estados Unidos. El soldado, que se desempeñaba como analista de inteligencia en el Ejército de Estados Unidos y tenía acceso a información ultra secreta, fue enviado a Irak. En abril de 2010, WikiLeaks, el sitio web que publica documentos confidenciales filtrados, hizo público un video en el que se ve cómo un helicóptero Apache de las Fuerzas Armadas estadounidenses dispara a una docena de civiles, entre ellos dos empleados de Reuters, un camarógrafo y su chofer, en Bagdad.
Un mes después de la publicación del video, Manning fue arrestado en Irak y acusado de haber filtrado el video y otros cientos de miles de documentos. Así comenzó su calvario de encarcelamiento en confinamiento solitario, en condiciones crueles y degradantes que muchos sostienen que equivalen a la tortura, desde su detención en Kuwait hasta los meses de detención en la base militar Quantico, en Virginia, Estados Unidos. A raíz de la condena mundial contra sus condiciones de detención, las fuerzas armadas estadounidenses trasladaron a Manning a un centro de detención en Fort Leavenworth, Kansas, donde las condiciones no son tan severas.
Mientras Manning afronta 22 acusaciones en un consejo de guerra que podría condenarlo a prisión por el resto de su vida, su abogado argumentó en la audiencia preliminar que el caso debería ser desestimado sobre la base del castigo ilícito aplicado al soldado previo al juicio.
El abogado constitucionalista de larga trayectoria, Michael Ratner, se encontraba en la sala de audiencias en Fort Meade, Maryland, el día en que Manning realizó su declaración. Ratner describió la escena: “Fue una de las escenas más dramáticas que jamás haya visto en una sala de audiencias. (…) Cuando Bradley comenzó a hablar no estaba nervioso. Su testimonio fue extremadamente conmovedor, realmente emotivo para todos nosotros, pero especialmente, como es evidente, para Bradley mismo por todo lo que tuvo que soportar. Fue terrible lo que le sucedió en dos años, pero lo describió con lujo de detalles de un modo elocuente, inteligente y consciente».
Ratner dijo que Manning describió cómo estuvo detenido en una jaula en Kuwait: «Había dos jaulas. Dijo que eran como jaulas para animales. Estaban bajo una tienda, solo estas dos jaulas, una junto a la otra. Una de ellas contenía algunas de las posesiones de Manning, y en la otra, en la que estaba él, había una pequeña cama, una estantería y un inodoro. Permaneció en esta jaula oscura durante casi dos meses. Lo sacaron por un corto período de tiempo y luego, sin dar explicaciones, lo volvieron a colocar en la jaula. (…) Bradley dijo sobre ese período: ‘Creo que perdí la noción del tiempo. No sabía si era de día o de noche. Mi mundo se volvió muy, muy pequeño. Se convirtió en esas dos jaulas’”. Ratner agregó: “Eso casi lo destruyó”.
Luego de su detención en Kuwait, Manning fue trasladado a una base militar en Quantico. Su abogado defensor, David Coombs, dijo este mes: “El modo en que trataron a Brad en Quantico quedará grabado por siempre en la historia de nuestro país como un momento lamentable. No solamente fue estúpido y contraproducente, sino que fue criminal”.
El abogado Michael Ratner también describió el momento en que Bradley Manning explicó lo sucedido en Quantico: “Bradley contó cómo era estar en esa celda, en la que debía dormir en una pequeña cama, con una luz frontal apuntando hacia él, que dejaban encendida para poder observarlo. Si se movía para evitar la luz iban a despertarlo. Eso sucedía en la noche. Durante el día pasaba de 23 a 23 horas y media en la celda, quizá tenía 20 minutos de lo que denominan ‘ejercicio al sol’, que no es nada. ¿Y qué podía hacer? Porque supuestamente está en servicio, debe o bien estar de pie o sentado en esa cama de metal con los pies en el suelo y no puede apoyarse en nada. Eso durante 10 o 15 horas al día, lo que debe denominarse privación de los sentidos”.
El relator especial de las Naciones Unidas sobre la tortura, Juan Méndez, intentó visitar a Manning, pero luego se negó debido a que las fuerzas armadas le dijeron que podrían vigilar y grabar la visita. Méndez informó: “La detención en confinamiento solitario es una medida severa que puede provocar grave daño psicológico y fisiológico a los individuos, independientemente de su situación específica”.
Los oficiales del ejército describieron el trato cruel aplicado a Manning como necesario, debido a que, según afirmaron, había riesgo de que intentara suicidarse. Sin embargo, el Capitán de la Armada William Hocter, un psiquiatra forense de Quantico, dijo que no existía tal riesgo, pero no lo escucharon. “Soy médico jefe desde hace 24 años y nunca vi algo igual”, declaró Hocter. “Estaba claro que estaban decididos a tomar un determinado curso de acción y poco importaron mis recomendaciones”.
La primera etapa del consejo de guerra, que Coombs denomina “la etapa de las mociones de castigo ilícito previo al juicio”, consideró una moción de la defensa de desestimar el caso. Si bien es improbable que esto suceda, quienes siguen el caso sostienen que la defensa solicitó, como alternativa, que el consejo de guerra considerara reducir la pena de Manning que resulte del juicio a razón de 10 días por cada día que tuvo que soportar el trato cruel y degradante en Kuwait y Quantico, lo que en teoría podría significar una reducción de seis años de su condena a prisión.
Bradley Manning está acusado de filtrar una serie de documentos a WikiLeaks, que incluyen el video de la masacre de Bagdad, dos grandes series de documentos relacionados con los registros militares estadounidenses de las guerras de Irak y Afganistán y, quizá lo más importante, la gran filtración de más de 250.000 cables del Departamento de Estado de Estados Unidos, conocida como “Cablegate” (en referencia a Watergate). Tras una evaluación realizada en agosto de 2010, el entonces Secretario de Defensa, Robert Gates, sostuvo que la publicación de los documentos “no reveló fuentes ni métodos de inteligencia importantes”. Manning se ofreció a declararse culpable de la filtración de los documentos, pero no de las acusaciones más graves de espionaje ni de haber ayudado al enemigo.
Bradley Manning cumplirá 25 años el 17 de diciembre en la prisión, fecha que también marca el segundo aniversario de la muerte del joven tunecino que se inmoló en protesta contra el gobierno corrupto de su país, lo que dio paso a la Primavera Árabe. Hace un año, cuando la revista Time nombró al “manifestante”, en términos genéricos, como Personaje del Año, el legendario informante de los Documentos del Pentágono, Daniel Ellsberg, elogió esa decisión en una declaración que también se aplica a la realidad actual: “La tapa de la revista Time nombra al manifestante, a un manifestante anónimo, ‘Personaje del Año’, pero es posible ponerle un rostro y un nombre a esa foto del ‘Personaje del Año’. El rostro estadounidense que pondría en esa tapa sería el del soldado Bradley Manning”.
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.