Mientras las hostilidades israelíes en contra de Hamas se están convirtiendo en una masacre de civiles palestinos entre la población de la Franja de Gaza, y el mundo asiste incrédulo a esta puesta en escena irracional y sin sentido, nuestro país no está ajeno a lo que allí ocurre, precisamente porque acá reside la mayor colonia palestina del mundo. Quizá por eso, según el analista internacional Humanista Tomás Hirsch, sería conveniente que las comunidades judía y palestina de Chile, en conjunto, hicieran un llamado a terminar con ese conflicto.
“La verdad es que este conflicto no admite mucho análisis racional. Tal como hemos dicho en otras oportunidades, acá lo primero es exigir desde toda la comunidad internacional y con la mayor fuerza posible, un cese al fuego. En estas circunstancias los únicos que pagan el costo son inocentes a ambos lados de la frontera entre Israel y la Franja de Gaza. Los militares de un lado están muy bien protegidos, las milicias del otro también están bien guarecidas, o si corren riesgo son parte de una estructura militar, pero son mujeres, niños y ancianos, seres humanos simples e inocentes, los que terminan siendo las víctimas a ambos lados. Aquí más que ponerse de un bando o del otro, como he visto a muchos que lo hacen en facebook y twitter hablando del Israel asesino o del palestino terrorista, hay que entender que el tema es otro. Hay que comprender que la violencia no va a resolver jamás el terrible drama que se vive en el Medio Oriente, que acá es necesario un compromiso sólido, firme y tajante respecto de que el único medio para resolver el conflicto va a ser el diálogo y la paz. Lo demás es asistir a una tragedia que sólo puede ir creciendo en el tiempo y cobrando más vidas”.
¿Es conveniente o necesario, para que este conflicto llegue a su fin, que intervengan las grandes potencias?
Cuidado, creo que la intervención de las potencias en nombre de la paz siempre ha generado más guerra, más violencia, más muerte y más tragedias. Si es necesaria la intervención, pero una intervención diplomática, una muy fuerte en todos los foros internacionales y que corte inmediatamente todo apoyo y toda justificación. Porque el problema es que Palestina se siente validada y avalada por una serie de países que apoyan su causa, así como Israel se siente totalmente apoyado y avalado por Estados Unidos, Inglaterra y otros países. Por lo tanto, es ese aval el que se les debe cortar de inmediato, pero de ninguna manera se puede pretender que la paz va a llegar con una intervención militar de las grandes potencias, pues sabemos que lo único que haría eso sería acrecentar el drama que se vive hoy.
¿Sirve de algo que países pequeños, como el nuestro, se alineen solicitando el fin del conflicto?
Bueno, se puede hacer, pero eso tendría un carácter más bien simbólico. Lo que si es muy importante de tener en cuenta es que en Chile vive la comunidad palestina más grande fuera del Medio Oriente, y por lo tanto pueden tener una voz muy fuerte como para hacer un llamado. Si en algún minuto las colectividades judía y palestina de Chile se unieran para hacer en conjunto un llamado y gestiones por la paz, estoy seguro que eso podría llegar a tener un efecto, pero no en el corto plazo. No se puede pretender que eso pueda parar hoy la tragedia que se está viviendo.