Miles de personas se han manifestado en Madrid y Barcelona para protestar contra el fin de la gestión pública sanitaria. Se suman al encierro del hospital Infanta Cristina, que cuenta ya con trabajadores de otros centros incluidos en los planes de privatización de la Comunidad de Madrid.
Miles de vecinos de la zona este de la Comunidad de Madrid han protagonizado una marcha de cinco kilómetros hasta el hospital del Henares, para decir ‘no’ a la privatización de la gestión sanitaria y defender el modelo de sanidad pública.
Desde que entró en vigor el euro por receta, muchos pacientes han suspendido su tratamiento por imposibilidad en el pago de medicamentos, según los manifestantes.
Hace años, Esperanza Aguirre inauguró nuevos hospitales, cuyo dinero provenía de constructoras, pero también de fondos de capital riesgo, a cambio de un canon que pagaba la Comunidad de Madrid.
En cinco años de funcionamiento, las empresas ya han recuperado la inversión. 840 millones de euros pagados por los empresarios, frente a 990 millones de la Comunidad de Madrid.
Es un negocio para las empresas, ya que se quedan con los hospitales cercanos y con los pacientes más baratos, los que no tienen complicaciones y cuando empeoran, los destinan a centros públicos.