Por Wagner Pereira de Oliveira especial para Pressenza
En el año 1500 los portugueses llegaron a Brasil, una tierra habitada de norte a sur por poblaciones indígenas de diversas etnias. La colonización inició un genocidio de los indios y la expulsión de sus tierras naturales para dar comienzo a una economía de exploración.
Hoy en pleno 2012, las poblaciones indígenas continúan siendo expulsadas de sus tierras y cobardemente masacradas. Actualmente, la población indígena no representa más que el 0,4% de la totalidad de la población brasilera, según los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE); es decir, desde el comienzo de la colonización de Brasil los indios sufrieron una reducción del 99,6 % de la población general del país. En 1500 el número de indios en las tierras brasileras podía llegar a 10 millones, según la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), y actualmente sólo quedan 896,9 mil indios, según el IBGE.
¿Estamos en presencia de un genocidio indígena brasilero en el estado brasilero de Mato Grosso, más precisamente en la región de Dourados? Los hechos indican que a una tribu indígena de la etnia Guarani-Kaiowá se la está masacrando y expulsando de sus tierras naturales. Los indios son víctimas de varios tipos de barbaridades con el objetivo de que sus tierras sean ocupadas por los grandes hacendados. Lamentablemente, en Brasil, la producción de soja y de caña de azúcar tiene más valor que la vida de los indios, que son seres humanos.
Denuncias de la propia comunidad indígena revelan que los Guarani-Kaiowá son asesinados por pistoleros contratados por los propios hacendados: las indias son violadas y los niños y los líderes son asesinados brutalmente. Los agricultores utilizan aviones para lanzar agrotóxicos sobre las plantaciones como también sobre las tierras de los indios. Asimismo, contaminan el agua potable de la aldea indígena, lo que causa diversas enfermedades en los adultos y los niños.
En este momento, el promedio de indios Guarani-Kaiowá víctimas de homicidios y suicidios en Brasil es superior a la tasa de los países en guerras, como la Guerra de Irak. Además, la propia Comisión de los Derechos Humanos y Legislación Participativa del Senado Federal reconoce que la situación de los Guarani-Kaiowá llega al nivel de genocidio si nada se hace en defensa de dicha población.
La cuestión de los indios de la etnia Guarani-kaiowá tuvo relevancia en los medios nacionales e internacionales después de que los líderes indígenas escribieron una carta pública de llamado, ya que la justicia Federal de Brasil había decretado el desalojo de sus propias tierras naturales para beneficiar el negocio del agro.
Esta comunidad se encuentra desamparada y en la mira de los pistoleros de los hacendados. El interés de este artículo es el de informar a la comunidad internacional acerca de la situación de los indios Guarani-Kaiowá en Brasil. Recordemos que el gobierno de Brasil disputa un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y al mismo tiempo permite que situaciones peores que la guerra ocurran en su propio territorio y con su propio pueblo.
Trozo de la Carta de los indios Guarani-Kaiowá:
“Nosotros vamos y queremos morir y ser enterrados junto a nuestros antepasados aquí mismo, donde estamos hoy. Por eso pedimos al gobierno y la Justicia Federal que no decrete la orden de desalojo/expulsión, pero solicitamos que se decrete nuestra muerte colectiva y que se nos entierre a todos aquí”.
Traducción: Cecilia Benitez