Toni Martínez
El sistema bancario español está en el punto de mira. Mientras aumentan los desahucios, las entidades de crédito necesitan la respiración asistida del Banco Central Europeo (BCE). El dinero no circula libremente y la economía se resiente, cada día son más las voces que piden una nacionalización bancaria y una banca pública que acabe con esta situación.
Carlos Sánchez Mato, es economista y miembro de la Plataforma por la Nacionalización de las Cajas de Ahorro. En esta entrevista analiza la situación actual y ofrece algunas claves para entender las ventajas de la banca pública.
¿Por qué es necesario nacionalizar las cajas de ahorro?
Bueno, yo creo que estamos ya en otra fase, ahora ya no pedimos tanto la nacionalización, sino la constitución de una banca pública. Nuestra reivindicación ha ido evolucionando con el paso de los tiempos políticos, lo que era una locura para muchos hace unos meses, cuando pedíamos una banca pública y la nacionalización de las cajas como vía más evidente para conseguirlo, ahora el tiempo nos ha dado la razón. El paso del tiempo ha demostrado que era inevitable que el sistema financiero quebrara.
Y en este nuevo escenario de quiebra, ¿porqué es tan vital una banca pública?
Mientras haya necesidad de un sector financiero que comunique el ahorro de la gente que lo tiene con la necesidad de los que lo tienen a la hora de pedir un préstamo, mientras haya un sistema capitalista tal y como lo conocemos, requeriremos una banca pública que debería funcionar con una serie de parámetros regulatorios. De hecho, el sistema está quebrado porque para que sea rentable necesita de una multiplicación del crédito y de asumir unos riesgos absolutamente imposible de conseguir.
Pongamos un ejemplo.
Vamos a trasladarlo al sistema sanitario. Imagina que se opera en un hospital a corazón abierto sin las mínimas condiciones para hacerlo sin una mínima posibilidad de que el enfermo se salve. Eso ocurre cuando tú buscas el beneficio a corto plazo y la máxima rentabilidad. En el tema financiero eso provoca unos daños tremendos porque se juega con los ahorros de la sociedad, igual que en el sistema sanitario se juega con la vida de las personas. Pero hay más, el sistema financiero no puede estar en manos privadas porque lo que provoca es un cataclismo y lo haces con el ahorro de la gente. Los bancos no tienen que ser públicos para perder dinero, sino para asumir riesgos, inferiores a los que asume la banca privada. Además con una diferencia, el estado es el único elemento que puede trabajar con una banca y no quebrar porque tiene la capacidad de emitir dinero.
Pero, a nivel soberano, ¿esa capacidad para emitir dinero no está lastrada por el euro?
No, porque cuando yo hablo de banca pública, hablo a nivel europeo también. Pero aunque España no tenga la capacidad ahora de imprimir euros, sí tiene la capacidad suficiente para presionar, cosa que no hace, para conseguir ese objetivo. Si España quiere que se impriman euros, lo consigue, porque si la posición de España fuera maximalista, diciendo que la alternativa es el impago, la respuesta sería otra. Lo que pasa es que el gobierno está defendiendo los intereses de los acreedores, no de los deudores, se están defendiendo los intereses de los bancos y los gobiernos, no de la ciudadanía. El tema de la banca pública es casi una cosa inevitable, porque llegará un momento en el que la ciudadanía española y europea esté bastante harta de aportar dinero para sanear entidades que luego vuelvan a ser privadas.
Y ante este discurso, ¿a quién no le interesa una banca pública?
Evidentemente a los bancos, eso para empezar. Tienen mucho poder sobre los gobiernos. Mira, todas las reformas bancarias han sido consensuadas y dictadas por las entidades bancarias y los gobiernos, hablo no solo de España sino en general. Eso ocurre porque existe un matrimonio de intereses entre los gobiernos y los intereses económicos, se confunden tanto que hay ocasiones en las que es imposible distinguir uno de otro, pero el resultado final es que realmente se está jugado el futuro de nuestras próximas generaciones y cada vez este tipo de tensiones provocan más daño.
¿Por qué?
Porque el sistema bancario ha ‘canibalizado’ la economía real hasta un punto que lo ha convertido en una situación de dependencia, en lugar de ser intermediarios para poner en comunicación ahorradores y necesitados de ahorro. Ha destrozado la economía real y se están poniendo las piedras para que la próxima crisis será todavía mucho más devastadora, porque la solución que se adopta es tener menos entidades y más grandes, con lo que se está agravando el problema.
¿Quién acabó con las cajas de ahorro?
Yo creo que son culpables tanto el gobierno como la banca privada. Estos últimos necesitaban la cuota de mercado que tenían las cajas y siempre consideraban que jugaban en desventaja. Lo que está claro es que el hecho de que existieran las cajas de ahorro había permitido años de crecimiento económico sin ningún tipo de problema. Lo que sucede es que se ha aprovechado esta situación para cargarse esa cuota de mercado que tenían las cajas y acabar con un modelo que había demostrado ser útil durante muchos años. Se ha aprovechado el modelo de representación para pervertirlo. Se ha logrado desacreditar el modelo y a la banca privada le interesaba quitarse competencia, además lo ha hecho, no con sus propios medios, sino con los medios de toda la ciudadanía. Por ejemplo en el caso de la CAM, mal gestionada y todo lo que queramos, se le ha regalado por un euro al Banco Sabadell y además se le ha dado un seguro contra todas las pérdidas del sector inmobiliario.
¿Qué aventuras en el sistema bancario español para los próximos meses?
Las entidades bancarias tienen el problema solucionado en cuanto a liquidez. Es decir, ninguna entidad va a quebrar, no porque no estén quebradas, sino porque tienen la respiración asistida del Banco Central Europeo, la cifra de deuda con el banco europeo está en máximos históricos, 400 mil millones de euros.
¿Y eso qué implica para la ciudadanía?
Puede parecer que no implica nada, pero lo que hay que decir es que durante todo este procedimiento lo que se está haciendo es salvar a los inversores privados. A la gente le puede dar igual, pero el BCE es un banco público, que no defiende los intereses de los ciudadanos, gobernado por una élite, pero es un banco de todos. Lo que estamos haciendo durante todo este tiempo es salvar a los inversores privados y sustituir en el pasivo de las entidades la inversión privada por inversión que estamos poniendo los estados o el Banco Central Europeo. Esto es la mayor transferencia de renta desde lo público a lo privado que se ha producido en la historia de la humanidad.
Y se va a devolver, ¿o no?
No, de hecho, las entidades financieras no van a poder devolver, tienen un problema de capital, necesitan capital para tapar pérdidas que ya se han producido, ese dinero por más que diga el señor Rajoy que va a ser devuelto por las entidades, es imposible que lo devuelvan. Un ejemplo en números: 600.000 millones de euros, entre el BCE y el gobierno español, que hemos entregado a las entidades, a ritmo de beneficios de ante de la crisis, tardarían 100 años el conjunto del sector en devolverlo, o sea que no lo van a devolver.
¿Y entonces ese dinero quién lo devuelve?
Todos los trabajadores y trabajadoras de este país en forma de impuestos y recortes sociales en los próximos años, así lo vamos a devolver. Los que no lo van a pagar son los responsables del desaguisado, que son unos y muy concretos, que son los que están interesados en no pagar ellos como accionistas los platos rotos.