“Tensar la ley hasta allí donde esté permitido y un poco más” prometió el consejero de Interior de la Generalitat Felip Puig al poco de ocupar su cargo. Y así ha sido. Desde el inicio de la legislatura de CiU se ha abierto una página web para delatar a manifestantes que después fue cerrada ante el creciente rechazo social, se han arrestado a más de cien personas desde la Huelga General del 29M por haber participado en piquetes, se han llevado a cabo varias detenciones preventivas y, además, tres personas han perdido un ojo por el uso de pelotas de goma de los Mossos d’Esquadra y varias han sufrido heridas por cargas policiales.
La doctrina Puig no sólo busca “tensar la ley” sino que tiene como objetivo infligir miedo. Y así lo vimos anteayer en la jornada de Huelga General. Nombraremos sólo dos hechos. Al mediodía en Tarragona una carga policial indiscriminada contra los manifestantes acabó con un niño de 13 años herido en la cabeza tras los golpes recibidos por parte de los Mossos. Las personas que increparon a los agentes por dicha actuación recibieron también varios porrazos. Por la tarde en Barcelona, los Mossos cargaban violentamente en Via Laietana. El uso de pelotas de goma provocó varios heridos, entre ellos una mujer a quien reventaron el globo ocular izquierdo, tuvo que ser operada y perderá la visión de un ojo.
Ante estos hechos, Felip Puig declaraba ayer que el niño de 13 años fue herido por “mala suerte” y que el agente que lo golpeó actuaba “en defensa de su persona” frente a los manifestantes que, por cierto, huían corriendo tras la carga. Las imágenes de este vídeo dan otra versión de los hechos: la de un niño que es golpeado una vez en la carga y otra mientras se protegía inmóvil en el suelo. ¿Mala suerte?
Respecto a los hechos de la tarde en Barcelona, donde una mujer resultó herida en un ojo, según Puig no se dispararon pelotas de goma. Los vídeos y los testimonios cuentan, pero, una versión muy distinta: varias pelotas de goma fueron disparadas contra los manifestantes. Algunas de ellas incluso a muy corta distancia. Ayer uno de los hashtags más utilizados en twitter por activistas sociales era #CiUesviolencia. No es casualidad.
Tiene que haber “más miedo la sistema” afirmaba en una entrevista Felip Puig meses atrás, para justificar el endurecimiento del Código Penal. Miedo a manifestarse… no sea que te detengan, te multen, te golpeen o incluso llegues a perder un ojo por el impacto de una pelota de goma. Nos quieren con miedo a salir a la calle y a luchar. Ante una pérdida de legitimidad galopante de las instituciones y del poder político, la represión es cada vez más el arma recurrente para mantener el orden social.
La asociación Stop Bales de Goma trabaja desde sus orígenes, en el año 2010, para que las pelotas de goma sean prohibidas, como sucede en muchos otros países de Europa. En el Estado español, 23 personas han perdido un ojo desde 1990, por el impacto de estos proyectiles y otras muchas han resultado heridas en el pecho, la mandíbula, las orejas, las piernas, etc. A muchos políticos, como el Sr. Felip Puig, les preocupa más el coste de unos escaparates rotos o del inmobiliario urbano que el que tiene para una persona la pérdida de un ojo. La fotógrafa Francesca Oggiano retrató cruda y brillantemente lo que significa para un joven perder un ojo por el impacto de una pelota de goma en The Stolen Eyes (Los ojos robados).
Varios episodios de violencia policial se han vivido en Catalunya desde la era Puig. Los más destacados: el desalojo de los indignados de Pl. Catalunya el 27 de mayo de 2011, que se saldó con más de 120 heridos y por el cual medio centenar de personas se querellaron contra Felip Puig y otros cargos políticos y policiales. Y la intervención policial en la manifestación de la Huelga General del 29 de marzo en Barcelona con uso de gases lacrimógenos y pelotas de goma, que concluyó con centenares de personas heridas.
En la celebración este año del Día de las Esquadres, el comisario general de coordinación territorial de los Mossos David Piqué comparó a la gente que protesta con “ratas”. Y afirmó, ante la presencia de Felip Puig, “a los que quieren destruir con violencia el modelo de sociedad elegido democráticamente que la policía les irá a buscar y lo pagarán caro”. Y añadió: “Pueden esconderse donde quieran, porque les encontraremos. Ya sea en una cueva o en una alcantarilla, que es donde se esconden las ratas, o en una asamblea, que no representa a nadie, o detrás de una silla de universidad”. Fue el discurso más aplaudido de la jornada.
Objetivo: deshumanizar a quienes protestan. Y legitimar, así, su criminalización y represión. Anteayer, en las cargas policiales en Barcelona, varios manifestantes oyeron como se les gritaba: “Muévete rata”. La doctrina del miedo es la que impulsa CiU. La otra cara de la doctrina del shock, de los recortes y los ajustes.
*Artículo publicado en Público, 16/11/2012.
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