Entrevista de Valentina de Ferrari a Joaquín Arduengo, Candidato a Concejal en Providencia – Lista G.
¿De dónde nace la idea de postularse al cargo de Concejal? ¿Qué lo motivó?
Los humanistas tenemos un proyecto, una dirección, un propósito. Como sabes, un propósito
va más allá que una particular apetencia de prestigio o de dinero. Un propósito se sustenta en
una aspiración profunda y no considera al fracaso o al éxito en las distintas coyunturas, va más
lejos. En este caso se trata de un propósito conjunto y desde allí es que mi orientación se debe
a ese conjunto que solicita mi participación en elecciones. En todo aquello, voy haciendo lo
que me parece coherente a mis ideas y en ese tránsito me voy constituyendo en un ciudadano
comprometido con el avance de la justicia y el retroceso del absurdo en que se vive, lo que es
parte del proyecto de los humanistas.
¿Por qué decide presentarse como Concejal por Providencia?
Desde que Josefa Errázuriz se presentó como candidata a Alcalde los humanistas decidimos
apoyarla y no presentar candidato a ese cargo en la Comuna, básicamente porque ella proviene
desde su base social, desde los vecinos y son ellos los que levantaron su candidatura. Ojalá
todas las candidaturas se levantaran de ese modo, pero vemos que en este falseamiento de
la convivencia democrática estas son excepciones que merecen ser apoyadas, sobre todo si
su ideario se corresponde con lo que está dentro de nuestras aspiraciones para vivir en una
democracia real y participativa.
Pero no será suficiente que ella resulte elegida Alcaldesa, requiere de un cuerpo de concejales
que la ayude en el cumplimiento de las necesidades que ella trae desde los habitantes de la
comuna, entonces adquiere sentido intentar ser parte de su gabinete. Por otra parte ella se
debe a un «programa» de gobierno y gestión que se construyó con los mismos vecinos y requiere
personas que estén a su lado y fiscalicen el cumplimiento real del mismo. Creo en este sentido que
yo podría ser un muy buen aporte.
¿Cómo ha llevado a cabo su campaña?
Apoyando la candidatura de Josefa, porque es una candidatura de mucho voluntariado, con
pocos recursos, con mística social. Mi campaña se cimenta en ese trabajo. Algunos verán en este
trabajo desinteresado la necesidad de prolongarlo entre los concejales, otros serán atraídos por
los recursos de otras candidaturas, los mismos que se invierten en cantidad en afiches, volantes,
letreros y palomas. La campaña que realizamos los humanistas sólo puede ser percibida por la
gente que valora el trabajo humilde y sentido.
¿Cuál es su opinión sobre la administración del alcalde Labbé en Providencia?
El alcalde Labbé es hijo de la dictadura, es un hombre del pasado, un enclave del autoritarismo,
un sujeto cuya mirada es vertical y no participativa. El mismo lo sintetizó en la frase: «yo soy un
buen gerente», como si las necesidades y las angustias ciudadanas pudieran ser tratadas como
una empresa, mostrando en definitiva su desprecio por la vida común que no busca la utilidad,
sino el bienestar personal y social. Labbé está allí fruto del quiebre de nuestra democracia que aún
perdura y el mismo es un ejemplo.
Su administración ha sido de muchos recursos financieros lo que le permite exhibir logros, pero
más allá de eso qué, solo existe una fachada si nada detrás, como esos escenarios de película
que tan bien trabaja la derecha. Hay que preguntarse si una buena administración es obtener y
dar «cosas» o hacer que las personas ganen en solidaridad y que comprendan que la vida comunal
es como lo dice el término «en común», nada de eso existe en su gestión. Este vaciamiento de
sentido le hace mal a la gente.
¿Apoya a la candidata a alcaldesa Josefa Errázuriz? ¿Qué impresiones tiene de ella?
Ya está dicho, yo apoyo completamente y sin reservas a Josefa Errázuriz. Es una buena persona
y no esta haciendo lo que hace por afán de notoriedad personal, porque no lo necesita. Tiene
las virtudes necesarias: está comprometida con su comuna desde mucho tiempo antes que esta
coyuntura electoral, eso hace que cuente con el amplio apoyo que tiene. Tiene capacidad de
autocrítica y reversibilidad para corregir cuando se equivoca y humildad cuando acierta. Todo esto
nos hace mucha falta a los chilenos.
¿Qué opina sobre que Labbé dijera “van a cambiar a un gerente por una dueña de casa”?
Muestra a Labbé en su dimensión: pequeña, calculadora, vertical, machista. Por lo demás entre un
gerente y una dueña de casa, prefiero a esta última, ella está más cerca de las necesidades reales,
alejada de la soberbia y sensible antes las carencias afectivas y materiales.
Según usted, ¿qué le hace falta a Providencia?
A Providencia, le hace falta participación, que las decisiones que afectan a sus vecinos sean
tomadas por ellos. A Providencia le hace falta respirar su propia vida y levantar esa alegría que
las «obras» del actual alcalde ha terminado por ocultar entre «premios por gestión» que en
definitiva resultan falsos. Providencia es una comuna en la que vive gente buena que puede dar
mucho más y eso es necesario para ellos y para Chile. Providencia podría constituirse en un buen
ejemplo de democracia directa y participativa.
¿Qué opinión tiene acerca de la inscripción automática y voto voluntario? ¿Cómo cree que
afectará esta modalidad en las elecciones?
Estoy totalmente de acuerdo con la inscripción automática y el voto voluntario. Cualquier
limitación que se proponga a la libertad de elegir, ser elegido y decidir si se quiere o no participar
en una elección, muestra el autoritarismo de unos sobre otros. Solo la libertad es la que puede
regular los sistemas políticos, cualquier cosa que se oponga o la limite es resabio de épocas que
quisiéramos no haber vivido.
¿Cuáles son sus pensamientos políticos en general?
El pensamiento político de nosotros, es sencillo y no requiere de grandes exposiciones. Soy
libertario y humanista lo que se puede sintetizar en cinco ideas básicas: 1. La ubicación del ser
humano como valor y preocupación central, lo que se expresa en la frase: «nada por sobre el ser
humano y ningún ser humano por encima de otro» ; 2. la afirmación de la igualdad de todos los
seres humanos por sobre cualquier diferencia económica, social, de género u opción sexual; 3. el
reconocimiento de la diversidad personal y cultural; 4. la tendencia al desarrollo del conocimiento
por encima de lo aceptado o impuesto como verdad absoluta; 5. la afirmación de la libertad de
ideas y creencias y 6. el repudio a toda forma de violencia. Entonces, fuera de todo planteamiento
teórico y más que una limitada posición política, se trata de una sensibilidad, un emplazamiento
frente al mundo humano en el que se reconoce la intención y la libertad en otros, y en el que se
asumen compromisos de lucha no violenta contra la discriminación y la violencia.
¿Por qué el Partido Humanista como opción política? ¿Qué tiene el PH que no tengan otras
opciones?
Porque se trata no solo de ideas, sino de una práctica que va más lejos que el devenir político, este
se aparece tan solo como una necesidad en la vida social, puesto que desde su práctica se puede
generar justicia o injusticia, discriminación o no discriminación, violencia o paz social.
Lo que nos distingue, nos es tan solo la posibilidad de un mundo mejor, más humano, antes que
la frialdad rígida y cruel de los engranajes del sistema. Lo que nos distingue en la práctica es
la «coherencia personal y social» que consiste en que lo que pensamos, es lo que sentimos y es
lo que hacemos. Para una época deshumanizada como esta ya es un trabajo de alta exigencia
intentar hacerlo, y eso por cierto nos aleja de donde se calienta el poder y nos acerca donde existe
la necesidad en nuestro medio inmediato. En un mundo político en que la incoherencia es «parte
del juego», nosotros remamos contra esa corriente.
¿Está de acuerdo con los movimientos sociales que se están dando en nuestro país?
Total, definitiva y absolutamente. No solo participo con ellos, sino que me llenan de profunda
esperanza en el sentido de que, sobre todo las nuevas generaciones, despiertan y comienzan a
comprender que si queremos un mundo mejor, este surgirá de mirarnos a los ojos comprendiendo
que las dificultades de unos pocos, son las dificultades de todos y que las manos de unos pocos
son las que necesitamos todos y que mientras más se multipliquen más cercana tendremos la
posibilidad de dejar atrás esta época y esta prehistoria que aún nos acompaña.