Por Vanya Cosín
El arte y las expresiones culturales, han sido espacios en donde el ser humano ha volcado su búsqueda incansable por experimentar. Un hilo invisible une las primeras expresiones en las cavernas, las pirámides egipcias, el arte del pasacalle carnavalero, la performance que irrumpe, la pintura abstracta de Kandinsky.
¿Qué es aquello que ha inspirado al ser humano a levantar monumentos que elevan la mirada al cielo, componer obras que parecieran no tener tiempo ni espacio, plasmar relatos donde los personajes parecieran hablar de nuestra propia historia?
El arte se nos ofrece como ventana para asomarnos a los mundos espirituales y traer traducción convertida en materia: “sonido interno”, decía Kandinsky.
¿Es el arte una forma de puente entre aquellos mundos internos, sagrados, y el mundo exterior? ¿Podría ser que el arte traiga nuestra voz sagrada, para compartirla con otros y producir en ellos una experiencia profunda? ¿Será el arte una experiencia individual o la conjunción de corazones humanos, que ante el impulso de encontrarse íntimamente buscan su traducción material?
Existen experiencias conjuntas que compartir, esperando que sean impulso para lanzarnos al futuro, irrumpir en lo cotidiano, buscar ventanas que abrir hacia los cielos que nos inspiran, para generar una nueva correntada estética más allá de toda geografía o fronteras, rompiendo moldes. Lanzarnos en una dinámica inspirada, no-violenta, profunda, libertaria, creadora de mundos, traductora del mito que precede y que podemos registrar en nuestros corazones.
En el marco del III Simposio organizado por el Centro Mundial de Estudios Humanistas, artistas y otras personas interesadas en el tema confluirán en el coloquio “Una Estética del Nuevo Humanismo”, que se realizará en el Parque de Estudio y Reflexión de la Reja el día sábado 3 de noviembre a las 12:00 horas.
Para mayores informaciones http://latinoamerica2012.worldsymposium.org/?page_id=2