El video en YouTube que está provocando tanta ira entre los musulmanes está aún disponible. ¿Es esto libertad de expresión? ¿O hipocresía descarada?
Sólo hay que mirar la historia de este video para ver que no ha sido publicado como una producción artística o incluso como un intento de proporcionar una crítica válida a una religión. Su creador aparece con un nombre falso pretendiendo ser un «Judio de Israel». Su verdadera religión y el hecho de que vive en California no son importantes.
Lo que es importante es que este video fue pensado para crear la mayor cantidad posible de gente muy, pero muy, enojada con el riesgo de provocar una conflagración en el Medio Oriente, y/o más terrorismo en todas partes, ni que hablar de la situación difícil que crea en Egipto para los cristianos coptos y la inseguridad del personal diplomático en los países musulmanes, con cuatro muertes estadounidenses en Libia ya proyectando una sombra amenazante sobre las demás delegaciones. Por lo tanto, nada que ver con la libertad de expresión, sino más bien un comportamiento irresponsable en el mejor de los casos, o una maquinación descarnada para iniciar otra guerra, o varias, en el peor.
YouTube es extremadamente eficiente en borrar vídeos con la menor violación de la propiedad intelectual o derechos de autor. La mayoría de los países cuentan con leyes contra la incitación al odio religioso o la discriminación por lo que es realmente sorprendente que este disparate inflamatorio siga disponible. No es una cuestión de si el Islam es una religión buena o mala (sólo aquellos que lo practican tienen el derecho de hacer ese juicio), sino de un engaño (incluso los actores se han quejado de que sus voces fueron dobladas para después hacerles decir cosas que no estaban en el guión), destinado a causar problemas.
Para dar una respuesta eficaz ante tal cosa, en lugar de la de «un toro frente a un trapo rojo», sería más interesante estudiar las muchas opciones que la metodología de la no violencia provee, con el fin de fomentar el respeto mutuo y la solidaridad humana entre todos los que practican alguna religión, y también los que no lo hacen.