El 25-S vuelve a movilizar al día siguiente frente al Congreso a miles de personas de
forma no violenta y ante un amplio despliegue de medios periodísticos internacionales.
“Después del 25-S, ha seguido el 26-S y después seguirá otra el sábado 29-S, y todas
las movilizaciones que sean necesarias hasta que el Gobierno escuche lo que el pueblo
tiene que decirle”. Esto es lo que mueve a los manifestantes.
En rueda de prensa de hoy la coordinadora 25-S y la plataforma ¡En Pie! han insistido
en que todas las convocatorias se realicen con métodos de protestas pacíficos.
A pesar de los incidentes de ayer, hoy se respiraba menor tensión. Miles de
manifestantes, con fuerte componente de jóvenes, fueron confluyendo en la plaza de
Neptuno a lo largo de la tarde.
Hoy ha tenido efecto una recomendación que había circulado entre los manifestantes
de “rodear y paralizar a los violentos”. Fui testigo de ello. En un momento donde
todo estaba tranquilo, cerca de la valla que separa al Congreso, de repente un ruido
potente, parecido a petardo o disparo, despierta el alerta de todos. Comienzan
conatos de corridas, pero los más experimentados reclaman calma y tranquilidad.
Algunos identifican al autor de la explosión y comienzan a señalarlo como “infiltrado”
que pretendía desestabilizar la situación. El descubierto, con cara de cierto pánico, es
rodeado en círculo rápidamente por gente que no deja de gritar ¡infiltrado! Numerosas
cámaras le graban y fotografían, pero manteniendo un cerco sin agredirle. Se ven
rápidos movimientos de otros “infiltrados” que tratan de llevárselo. Aumenta la
tensión. Se teme que habrá una carga policial, pero la carga no se produjo.
No puedo confirmar como acabó el tema, pero en ningún momento la policía que
supuestamente estaba para proteger, se acerco para resolver el incidente… Para todos
los que estábamos se trataba de policías infiltrados que pretenden desestabilizar la
manifestación. Esta vez no les resulto por la acción rápida y acertada de la gente.
Una de las demandas que va cobrando fuerza en estas movilizaciones es propuesta
de iniciar un nuevo “proceso constituyente”. Se toma como modelo la vía seguida por
el pueblo islandés que se negó a pagar la crisis producida por los bancos y reformo
su constitución. Por otro lado se experimenta cierto agotamiento de la Constitución
Española del 1978, muy útil en su momento, pero que necesita una actualización ya
que fue votada por apenas 1/3 de los españoles que hoy viven pues los otros dos
tercios aun no habían nacido. La realidad sociopolítica de España necesita un muevo
gran pacto político-social.
Se continúa tratando de demonizar esta movilización ciudadana, que no está promovida por
ningún partido político parlamentario. Aunque se observan que algunos grupos parlamentarios
comienzan a mostrar cierta sensibilidad con las propuestas de los manifestantes.
Ayer fue el 25-S, hoy ha sido el 26-S y la nueva convocatoria el próximo 29S puede convertirse
en otra fecha referencial que se suman a esta lucha contra la dictadura de los mercados.