Fernando Lugo fué destituido el pasado 22 de junio, tras un juicio político desarrollado en el Senado y que tuvo lugar a una velocidad inusual.
Lugo considera en esta entrevista que su destitución no es un golpe contra su persona, sino que es contra la dirección que llevaba el país. Recordamos que nunca fue bien vista su llegada al poder por parte de sectores conservadores y de la iglesia católica, de la cual llegó a ser obispo.
Su compromiso con la justicia social le llevó a presentarse y salir elegido democráticamente en 2008 como Presidente de Paraguay.
Tras su destitución, que muchos han considerado un golpe de estado parlamentario, distintos grupos se han manifestado en contra del actual gobierno presidido por Franco, gobierno al que no han reconocido los principales gobiernos latinoamericanos.