Mientras tanto, la campaña de la coalición Armas bajo Control sigue recogiendo firmas para presionar por la creación de un acuerdo mundial, vinculante y que contenga normas estrictas que protejan los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Para juntar a más de un millón de personas que ya firmaron la petición para presionar a los gobiernos integrantes de la ONU, basta agregar su nombre en el link ‘firma la petición’ en el sitio web [www.controlarms.org/home/es](http://www.controlarms.org/home/es). En la misma página también es posible enviar una mensaje a los líderes mundiales pidiendo un Tratado de Comercio de Armas «a prueba de balas que proteja y salve vidas”. Otra opción es movilizarse mediante el twitter y compartir la etiqueta #shootingpoverty.
La campaña Armas bajo Control denuncia que, a pesar de que la mayoría de los países desean la aprobación de un texto fuerte, algunos quieren debilitar el Tratado. Por eso, es necesario prestar atención redoblada durante los diálogos para garantizar que eso no ocurra.
En el caso de América Latina, los países tienen sus opiniones divididas, ya que algunos temen que el Tratado se transforme en un instrumento de presión o limite al desarrollo tecnológico. Venezuela, Cuba y también Brasil temen que el Tratado pueda afectar la seguridad nacional, interrumpir el desarrollo tecnológico y la acumulación de armas.
A pesar de estas discordancias, es un hecho que la región necesita una reglamentación. De acuerdo con el último informe del Stockholn International Peace Research Institute (Sipri), el continente americano recibió, desde 2007 a 2011, el 11% de las importaciones globales de armas, adelante de África (9%) y atrás de Asia y Oceanía (44%), de Europa (19%) y de Oriente Medio (17%). En este mismo período, las importaciones de armas en América del Sur crecieron un 77% en comparación con el período de 2002 a 2006.
**Tratado sobre Comercio de Armas**
Actualmente, no existen reglas ni leyes internacionales que regulen el comercio de armas y municiones, creando así un escenario propicio para las violaciones de derechos humanos, conflictos armados e impedimento del desarrollo. Por este motivo, hace más de cinco años organizaciones de 125 países están unidas reivindicando la existencia de un tratado que regule a nivel mundial la venta de armas, municiones, piezas y componentes usados para el mantenimiento o fabricación de armas letales y equipamientos militares. La iniciativa quiere impedir, además, el desvío de armas hacia el mercado ilegal.
Informaciones de ‘Armas bajo Control’ muestran la realidad proyectada por la falta de reglamentación sobre el comercio de armamentos: en un año normal, las armas de pequeño porte se cobran la vida de más de 300 mil hombres, mujeres y niños y dejan a otros cientos de personas heridas, traumatizadas y deficientes. Otros resultados de la ausencia de políticas para reglamentar este comercio es la muerte de 2 mil personas por día y el desplazamiento de cientos a causa de la violencia armada. En países africanos, en vez de inversiones en áreas como salud, educación y nutrición, muchos gobiernos invierten el dinero en conflictos que llegan a costar 18.000 millones de dólares por año.
Traducción: Daniel Barrantes – [barrantes.daniel@gmail.com](barrantes.daniel@gmail.com)