Consideramos que sus palabras menoscaban la memoria del más digno de los presidentes chilenos
de toda la historia, el presidente Salvador Allende, y ofende gravemente a las víctimas y familiares
del terrorismo de Estado desatado a partir del golpe militar de 1973, del cual el señor Aylwin fue
uno de los instigadores principales del golpe, así esta demostrado y así quedara en la historia
oficial de nuestro país.

Su apoyo al golpe de estado, justifica las graves violaciones a los derechos humanos que
se cometieron por 17 años en nuestro país, incluyendo el crimen contra el ex presidente
Democratacristiano Eduardo Frei Montalva.

Exigimos que la directiva de la Democracia Cristiana se pronuncie ante esta nueva ofensa al
pueblo chileno quienes sufrieron diversos atropellos a sus derechos fundamentales y a la
memoria de nuestros familiares asesinados.

Las palabras de Alywin ofende la inteligencia de los chilenos y chilenas, al mentir que, Pinochet,
no creo obstáculo en el desarrollo de la democracia, quiere decir que nosotros los ciudadanos
inventamos el “Ejercicio de Enlace” o el” Boinazo” medidas de presión para tratar de parar la
investigación de las violaciones de derechos humanos y de los pinocheques, del hijo del dictador,
dineros robados al estado que Eduardo Frei no permitió investigar por «razones de Estado”.

Familiares de las victimas fuimos parte de ese proyecto real del gobierno de Allende. Que gobernó
para los miles y miles de familias sin casa que nunca antes habían podido optar a una vivienda
digna, que todo niño chileno recibió gratis, por primera vez en Chile, medio litro de leche, desde
su gestación a los 6 años de edad.

Un gobierno que realizó la medida más relevante de la historia del país al nacionalizar el Cobre,
principal riqueza básica de Chile. Condenamos por tanto enérgicamente las expresiones de
Patricio Aylwin que reviven dolores y enconos de la sociedad chilena que no se reconciliará jamás
mientras no se establezca verdad, justicia y reparación. En esa lucha se han destacado chilenos
ejemplares y entre ellos el destacado jurista de derechos humanos, nuestro apreciado Andrés
Aylwin, un demócrata verdadero.