Aung San Suu Kyi merece todos los elogios, la admiración, el Doctorado Honoris Causa de Oxford y el Premio Nobel de la Paz que recibió hace 21 años y sólo ahora pudo aceptar. Hablará ante el Parlamento y con miembros de la Familia Real. Ha conversado con el Primer Ministro y le pidió que si se levanten las sanciones económicas, que haya inversión ética, obviamente muy consciente de que los mercados suelen hacer lo contrario. Ella es sin duda un icono de valentía y compromiso con su pueblo.

Y sin embargo … a pesar del mucho espacio que los medios de comunicación le han dedicado, muy poco se menciona de la metodología que ella eligió: [La No Violencia](http://www.youtube.com/watch?v=j1ZlLd1fnxU). O en el mejor de los casos se la menciona como un aparte, como algo que le gusta porque es budista. Lejos de ser una cuestión secundaria la no violencia es central en el proceso en Birmania (ahora Myanmar), gracias a Aung Sam y su implacable campaña. Ella podría haber salido de su país en cualquier momento, eso siempre fue una posibilidad. Pero sabía que al permanecer bajo arresto domiciliario, estaba enfocando los ojos del mundo en su país, en los militares, en las violaciónes de los derechos humanos y en el sufrimiento de su pueblo. Ella jugó al «cliente difícil», como lo hiciera Nelson Mandela, negándose a salir de la cárcel a cambio de la capitulación (en ese caso, negarse a renunciar a la violencia).

El budismo puede haber jugado un papel en su elección, pero ella estudió a Gandhi y muchos otros líderes comprometidos con la no violencia. Ella es el vivo ejemplo de la fuerza de la no violencia, para aquellos que desean presentarla como débil.

De hecho, la única manera de honrarla verdaderamente sería que el *establishment*, los políticos, las estrellas de rock, los ricos y famosos, todos aquellos que quieren tomarse una foto con ella, que se comprometan a su metodología de la no violencia y hacer de ello la forma de resolver todos los conflictos presentes y futuros.