En estos siete años han habido 823 casos de discriminación, algunos brutales, 17 asesinatos basados en la orientación sexual o en la identidad de género.
«Ese es el costo que ha pagado Chile para tener una ley antidiscriminación», subrayó el presidente de Movilh, Rolando Jiménez.
Por su parte, el vocero de esa agrupación, Jaime Parada, dio a conocer el contenido de una carta de la familia de Daniel Zamudio, un joven chileno de 24 años salvajemente torturado y asesinado en marzo pasado aquí por un grupo neonazi a causa de su condición homosexual, hecho de gran repercusión nacional e internacional que potenció todo tipo de reclamos por una ley como la que acaba de aprobarse.
«Nada ni nadie devolverá la vida a nuestro hijo Daniel Zamudio que fue torturado y asesinado solo por ser homosexual. Sin embargo, el proyecto servirá para prevenir y enfrentar discriminaciones que afecten a otros jóvenes y eso nos da cierta paz», señaló la misiva.
También el vocero de la presidencia de la República, Andrés Chadwick, mostró el beneplácito del gobierno por la aprobación del texto legal, cuyo trámite legislativo cobró celeridad tras el crimen de Zamudio.
Se trata, afirmó, de «un paso muy significativo en el respeto e igualdad de cada ser humano».
«Esto es bueno para Chile, para todos, sin color político», expresó.