«Honestamente, siento que hemos cumplido con Chile», afirmó Piñera al intervenir este lunes ante el Congreso, en la tercera rendición de cuenta anual de su gobierno.
Ciertamente su alocución este año transcurrió en un escenario menos agitado al interior del Parlamento que en 2011.
Sin embargo, no faltaron los carteles de parlamentarios de la oposición en alusión a diferentes reclamos de la ciudadanía considerados pendientes y en rechazo a la represión policial en la provincia de Huasco, región de Atacama, nuevo foco de tensión derivado de la instalación de una planta contaminante.
Es indignante que Piñera no haya dicho una palabra sobre lo que tiene conmocionado al país, que es la represión criminal contra una población que sólo reclama su legítimo derecho a la calidad de vida, un ambiente y un aire sanos, anotó al respecto el diputado y secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona.
«El discurso del Presidente está totalmente alejado de lo que vive la gran mayoría de las chilenas y chilenos», indicó Adriana Muñoz, de la bancada parlamentaria del Partido Por la Democracia.
Muñoz criticó además que no se haya mencionado una reforma al sistema binominal, ya que ahora más que nunca es necesario contar con un sistema electoral más democrático que mejore la percepción que tiene la ciudadanía de la política.
Escuchar dos horas y media un conjunto de apreciaciones respecto a las cuales no hay ninguna credibilidad es un abuso. Hacer nuevamente una larga exhibición de aparentes logros respecto a los cuales la comunidad nacional tiene serias dudas de credibilidad y confianza, es no hacerse cargo del problema y por eso es un abuso, subrayó el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade.
Mientras el titular del Ejecutivo pasaba balance a su mandato, una manifestación popular, estimada en unos siete mil participantes, tenía lugar en los exteriores del poder legislativo, con mensajes de rechazo al modelo sociopolítico neoliberal.
La carismática y reconocida líder universitaria Camila Vallejo, quien encabezó junto a otros dirigentes sociales la manifestación de este día, expresó que la cuenta pública parecía «un disco rayado».
En tanto Esteban Velázquez, alcalde de Calama, principal ciudad minera de Chile y epicentro de manifestaciones antigubernamentales la pasada semana, concordó en declarar que «el Presidente mostró otro país y en ese país Calama no existe (…) No hay reconocimiento alguno para el distrito minero más importante del mundo».
A juicio del presidente del Colegio de Profesores y secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores, Jaime Gajardo, el mensaje presidencial es continuista, totalmente ajeno a los reclamos del mundo social a favor de aumento del salario mínimo, reformas constitucionales al sistema binominal, gratuidad en la educación y rechazo al lucro en la enseñanza, entre otras demandas.
Lo que se ha hecho es reafirmar el modelo neoliberal. Cuando se habla de Bono por Alimentos a las familias, ingreso ético y algunas becas para la educación, son medidas netamente electorales y destinadas a buscar apoyo a un gobierno que ha perdido tremendamente la credibilidad en la opinión pública, enfatizó el líder magisterial.