No fue la única ciudad. 80 ciudades españolas y 50 países de todo el mundo se sintonizaron este 12M para mostrar con más fuerza la llama de cambio que, desde hace un año, prende en todo el mundo.
Durante toda la jornada, decenas de miles de personas se mantuvieron en el simbólico «punto cero» de Madrid en un ambiente totalmente festivo. Los manifestantes no dejaron de corear eslóganes y moverse a ritmo de batucada. En las pancartas, las consignas ya clásicas como el «No nos representan» se sumaban a otras que aludían a los conflictos de total actualidad, como el de la privatización del agua. Por otra parte, muchos carteles visibilizaban a las numerosas asambleas de barrio que se han ido consolidando durante estos últimos doce meses, dejando evidente el enorme tejido de base que este movimiento está construyendo.
Poco a poco, el ritmo de la concentración madrileña fue subiendo. Hasta que llegó la medianoche. Las miles de personas que, en ese momento ocupaban la plaza, se recordaron hacer silencio y, agitando las manos en alto, mostraron su total acuerdo al tiempo que el reloj marcaba el final de la jornada. Un grito unánime de «Sí se puede» se desató entre todos y una suave y firme esperanza inundó las miradas.
Fue el arranque de cuatro días intensos, del 12M al 15M. Cuatro días en los que ya no será Sol el motor, sino todas las plazas que están a su alrededor y en las que se coordinarán asambleas temáticas y se dará cabida a las diferentes «mareas» que se han formado durante todo este año. Así, por ejemplo, mientras que las charlas, asambleas y talleres sobre Educación se realizarán en la Plaza Mayor, en la Plaza del Carmen se coordinará todo lo que tiene que ver con Economía.