“Estamos iniciando un movimiento global sobre este tema”, dijo el primer ministro de ese país de Asia meridional, Jigme Thinley.
El jefe de gobierno participó de la reunión de alto nivel “Felicidad y bienestar: Definiendo un nuevo paradigma económico”, celebrada el lunes 2 de abril en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
Thinley explicó que el objetivo es que la comunidad internacional reconozca la urgente necesidad de un cambio de paradigma para lograr un desarrollo sostenible.
El primer ministro explicó que su país considera como paradigma la Felicidad Nacional Bruta (FNB), que ha guiado sus políticas de desarrollo por varias décadas. Dijo esperar que el resto del mundo también adopte este modelo.
El concepto de FNB fue acuñado en 1971 por el cuarto rey de Bután, Jigme Singye Wangchuck, quien subrayó que se trataba de una referencia mucho más importante que el producto interno bruto (PIB).
La noción implica que el desarrollo sostenible no debería depender solamente de aspectos económicos.
Desde entonces, la idea de FNB ha influenciado la política económica y social de Bután, y también ha llamado la atención de otros fuera de sus fronteras. Según funcionarios butaneses, su país ha creado un sistema de medición que no solo sería útil para el diseño de políticas en los gobiernos, sino también para organizaciones no gubernamentales y empresas.
El indicador incorpora elementos socioeconómicos tradicionales, como estándares de vida, salud y educación, pero también otros aspectos, como la cultura y el bienestar psicológico.
*“Es un enfoque integral sobre el bienestar general de la población butanesa, y no un ranking subjetivo psicológico de la ‘felicidad’ por sí sola”*, explicó Thinley.
Bután identificó nueve parámetros para medir la FNB: bienestar psicológico, educación, salud, uso del tiempo, diversidad cultural, buena gobernanza, vitalidad comunitaria, diversidad ecológica y estándares de vida.
Según el índice de FNB de Bután de 2010, 41 por ciento de los butaneses fueron calificados como “felices”. El 59 por ciento restante iban de “felices por poco margen” a “infelices”. Para ser considerada “feliz”, una persona debe tener suficiencia en seis de las nueve categorías.
Las personas “profundamente felices”, alrededor de ocho por ciento, gozaban de suficiencia en siete o más de las nueve variables.
En 2011, la Asamblea General de la ONU adoptó por unanimidad una resolución, propuesta por Bután y con el apoyo de 68 estados miembro, llamando a un “enfoque integral del desarrollo”, destinado a promover la felicidad y el bienestar de forma sustentable.
La reunión de alto nivel esta semana en Nueva York congregó a líderes, expertos en desarrollo y representantes de la sociedad civil para desarrollar un nuevo paradigma económico basado en la sustentabilidad y el bienestar.
*“Es imperativo que construyamos una visión nueva y creativa para la sustentabilidad y nuestro futuro”*, afirmó el presidente de la Asamblea General, Nasir Abdulaziz Al-Nasser. *“Esto permitirá un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado”*.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que el PIB ha sido por mucho tiempo un criterio usado por economistas y políticos, pero que “no toma en cuenta los costos sociales y ambientales del llamado progreso”.
*“Es un acontecimiento importante que no debe ser ignorado”*, dijo a IPS la ambientalista y activista por los derechos humanos india Vinanda Shiva, en referencia a la iniciativa de Bután.
Su compatriota Asghar Ali Engineer añadió: *“¿De qué felicidad estamos hablando aquí? Si hablamos de felicidad para todos los seres humanos, tenemos que cambiar este sistema económico global”*, afirmó.
Mientras estos patrones de consumo continúen, *“no creo que millones de personas en todo el mundo sean felices”*, dijo.
Fuente: www.ecohabitar.org