El plan prevé en particular el fin de la violencia por parte de las tropas del gobierno y de los rebeldes, el inicio de un diálogo político que incluya a todos los sectores políticos sirios y la apertura de corredores humanitarios.
A través de su portavoz, Annan dijo que la decisión de Damasco constituye “una importante etapa inicial que puede poner fin a la violencia” creando el clima ideal para las negociaciones políticas.
“El éxito del plan de Annan sería el más hermoso regalo de Pascua”, dijo a la MISNA monseñor Mario Zenari, Nuncio Apostólico en Damasco. “Esperamos que el plan pueda salir adelante –agregó el representante de la Santa Sede– porque como muchos diplomáticos y observadores han afirmado, representa un camino de diálogo, tal vez el único, para devolver la paz a este país”.
Luego de reunirse con el presidente ruso Dmitri Medvedev, Kofi Annan llegó hoy a Pekín, otro importante aliado del régimen sirio, donde se reunió con el primer ministro Wen Jiabao ante quien insistió en la importancia de una plena participación de China: “No puedo hacer este trabajo solo –dijo Annan– necesito la ayuda y el apoyo de países como el de ustedes para resolver la crisis en Siria”.
El jefe del gobierno chino garantizó a su vez el apoyo al plan y recordó que la reciente declaración del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis siria refleja la inquietud general y el consenso al que ha llegado la comunidad internacional.