El miércoles 1 de Febrero, en el Perú, ha comenzado una marcha pacífica de más de 1500 kilómetros en defensa del agua y de la vida y en contra de la contaminación ambiental que desarrollan algunas empresas mineras transnacionales, destruyendo lagunas, manantiales y nacientes de ríos, en especial en la región del norte del país. Este tipo de proyectos altamente contaminantes, amenazan los ecosistemas naturales dañando el equilibrio ecológico del planeta. Se eliminan las lagunas ya que los minerales se encuentran debajo.
La marcha ha sido organizada por cientos de organizaciones a nivel nacional, lo que constituye la primera gran movilización de este tipo durante el actual Gobierno. La Marcha Nacional del Agua quiere evitar que el proyecto Minas Conga, de la empresa Yanacocha, de propiedad de la Transnacional norteamericana Newmont, en sociedad con la empresa Buenaventura de capitales peruanos, contamine y haga desaparecer las principales lagunas de Cajamarca, que son fuente de agua para consumo humano, para la agricultura y la ganadería de los habitantes. Asimismo, la Marcha Nacional del Agua propone el cese de actividades mineras y extractivas en las cabeceras de cuencas hidrográficas y glaciares, la no utilización de cianuro y mercurio en la minería, la moratoria de las concesiones mineras otorgadas en los últimos años, el reconocimiento del derecho de los pueblos a expresar su consentimiento respecto a las actividades extractivas que se realicen en su territorio, y el reconocimiento del Agua como Derecho Humano.
Tras el inicio de la marcha justamente en las lagunas amenazadas (El Perol, Empedrada, Totoracocha, Azul de Celendín, todas en Cajamarca), que proveen de agua para consumo, los manifestantes están recorriendo las ciudades de Cajamarca, Chiclayo, Trujillo, Chimbote, Huarmey y Huaral a lo largo de más de 1500 kilómetros de recorrido. El punto final de la marcha será en la capital, Lima, el 9 de febrero, donde junto a los otros contingentes del Sur y del Centro del país, realizarán el Foro Nacional de Justicia Hídrica, el día 11.
En este evento, que contará con la participación de especialistas del país y del extranjero se redactarán las propuestas de ley que serán entregados al Gobierno para buscar soluciones a los problemas suscitados por la irracional explotación de las minas de oro de Cajamarca y de otras zonas del país, a tajo abierto y con sustancias altamente contaminantes (cianuro, mercurio), que se agravaron hace más de 18 años, a raíz de las antinacionales leyes de concesión minera que aprobó el gobierno autoritario de Alberto Fujimori y continuaron Alejandro Toledo y Alan García.
Este tipo de minería ha sido prohibida en muchos países y donde es impuesta, está siendo respondida en forma masiva y pacífica, como en el Perú; a pesar de la campaña de desprestigio y estigmatización que desarrollan las grandes mineras y el poder establecido, con el único fin de deslegitimar, criminalizar la protesta y justificar una represión violenta.
Actualmente se encuentran en similar lucha las comunidades y la sociedad civil en el Norte de Chile, en Argentina, en Panamá, en México, entre otros países americanos así como en diversas zonas de África y Asia, por lo que el 22 de Julio ha sido instituido como Día Internacional de la Lucha Contra la Minería a Cielo Abierto.
Entre las organizaciones que se han unido a la marcha están: el Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, Plataforma Interinstitucional de Celendín, el Frente de Defensa de los Intereses del Pueblo de Cajamarca, el Comité Unitario de Lucha por la Defensa del Agua y la Vida, el Gobierno Regional de Cajamarca, diversos gobiernos locales de Cajamarca y otras regiones; así como organizaciones sectoriales, gremiales, políticas y reivindicativas, como la Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería, la Confederación Campesina del Perú, Frentes Amplios de las Macro-regiones, Frentes de Defensa del Agua que se han conformado a lo largo y ancho del país y por más de 300 comunidades campesinas.
Diversos colectivos de peruanos en Madrid (España) están organizando movilizaciones, y movimientos como el 15M ya se han sumado considerando al agua como un bien público. Se preven acciones a nivel internacional en otras ciudades europeas.