Asimismo, El PH argumenta que «la denuncia de militarización del Atlántico Sur ante todas las instancias de la ONU, que realizará el gobierno nacional, es un reclamo legítimo en la vía de la resolución no-violenta del conflicto».
«Frente a la convulsionada situación mundial, los humanistas recordamos una vez más los puntos fundamentales de la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia: la necesidad de la renuncia de los gobiernos a utilizar las guerras como medio para resolver conflictos, el retiro de tropas de los territorios invadidos, la reducción progresiva y proporcional del armamento convencional, la urgencia del desarme nuclear total y la firma de tratados de no agresión entre países. Estas propuestas, que fueron la base de la Marcha Mundial que recorrió más de 100 países finalizando en Punta de Vacas en enero de 2010, deben ser puestas en práctica de inmediato en un contexto internacional marcado por la elevada probabilidad de conflicto nuclear, por la escalada armamentística por la violenta ocupación militar de territorios».
«Respecto a la cuestión Malvinas, hoy más que nunca, a poco de cumplirse 30 años de la guerra en ese enclave, es indispensable ir por la vía del diálogo, respetando los tratados internacionales y la soberanía sobre el territorio y sobre sus recursos naturales. Latinoamérica es una región de Paz y es preciso profundizar ese camino como un ejemplo frente a la carrera bélica que se desata hoy en distintos puntos del mundo».