En tanto, miles de personas salieron hoy a las calles de la capital yemení, Sanaá, para protestar por la reciente aprobación de la ley que otorgará inmunidad judicial total a Saleh, y para exigir que sea procesado por los crímenes cometidos durante el período que ejerció el poder.
La marcha es respaldada por los grupos de la oposición que no se sumaron al plan de paz del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), por el que Saleh abandona el poder a cambio de su inmunidad y la de su familia.
«No estamos obligados por la ley de inmunidad porque solo implica a la Unión de Partidos Reunidos y al gobernante Congreso General del Pueblo, no a nosotros», explicó el responsable del consejo juvenil que lidera las protestas desde hace un año, Mani al Matari.
«Seguiremos protestando hasta que todas las demandas de la revolución sean satisfechas», advirtió y agregó: «El Parlamento no tiene legitimidad, así que nos aferramos al derecho internacional».
La ley de inmunidad, aprobada este sábado en el Parlamento, no protege a los subalternos de Saleh, ya que una enmienda de última hora permite su enjuiciamiento por «actos terroristas», pero sí otorga la inmunidad por delitos «políticos» cometidos durante el cumplimiento de sus funciones.
La ley «es peor de lo que esperábamos», dijo el director interino para Medio Oriente de Amnistía Internacional, Philip Luther, quien explicó que la misma «garantiza la inmunidad de Saleh en lo relativo a cualquiera de las violaciones de Derechos Humanos cometidas durante décadas».
El Parlamento yemení respaldó asimismo la candidatura del vicepresidente Abd Rabbo Mansur Hadi a las elecciones presidenciales del 21 de febrero, fecha hasta la que Saleh tendrá el título de «presidente de honor».
En tanto, en el sur del país, cuatro milicianos, incluido un dirigente de Al Qaeda en la Península Arábiga, y un militar murieron en enfrentamientos en Radda, a unos 170 kilómetros al sureste de Sanaá, localidad bajo control de las milicias islamistas desde hace una semana, informó la agencia de noticias Europa Press.
«Said Jarisan murió anoche durante los enfrentamientos con la 13ª Brigada en la carretera de Al Jadaan. Un soldado ha muerto y tres más están heridos», informó un dirigente tribal de la región.
Ambas partes negociaban un alto el fuego, pero los contactos se interrumpieron después de que las autoridades se negaran a satisfacer la exigencia de los islamistas, que son la liberación de 16 miembros de Al Qaeda e implantación de la sharia en la localidad.