También en la provincia sureña de Al Wadi, Al Jadid, el partido radical islamista, aparecía primero en el recuento de votos.
Los partidos islamistas se habían impuesto en la primera y segunda fase electoral.
El Partido de Justicia y Libertad de los Hermanos Musulmanes obtuvo entre el 30 y 40% de los apoyos, seguidos de Al Nour con alrededor del 20%.
La tercera etapa electoral se llevó a cabo en nueve provincias.
La próxima semana se celebrará una segunda vuelta de esa etapa, para repartir los escaños que corresponden a candidatos directos en los que nadie obtuvo la mayoría absoluta.
Las elecciones legislativas, las primeras desde el derrocamiento de Hosni Mubarak en febrero pasado, se celebran en tres fases, con un complejo sistema que mezcla listas de partidos y candidatos directos.
Dos tercios de los 498 parlamentarios son electos a través de las listas partidarias o de coalición, mientras que el otro tercio son candidatos directos.
Al menos la mitad de los legisladores deben ser trabajadores o campesinos.
No obstante, una denuncia de compra de votos ensombreció ayer la tercera y última fase de los comicios parlamentarios en Egipto, en particular en el distrito de Sinaí del Norte, donde el precio de un voto alcanzó unas 200 libras (25 euros), denunció la Organización Egipcia para los Derechos Humanos.
A través de la web de noticias estatal «Egynews», el partido tradicional liberal Al Wafd denunció que seguidores de la también liberal Alianza Egipcia implementaron la compra de votos en el balneario de Dahab, en el Sinaí Norte, algo que ya sucedió durante la segunda fase de estos comicios.