Ahmed, hijo de Saleh, tiene detenidos decenas de miembros de la poderosa fuerza militar, dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato debido a lo delicado de la situación, reportó la cadena televisiva estadounidense CNN.
La Guardia Republicana ayudó a Saleh a mantenerse en el poder a pesar de los 10 meses de protestas, con una intensa presión internacional y un intento de asesinato en junio que lo obligó a abandonar el país para recibir tratamiento médico en la vecina Arabia Saudita.
La Guardia, uno de los mejores elementos de formación militar de Yemen, no sufrió un alto número de deserciones, como algunas otras unidades militares, cuyos soldados y sus comandantes se unieron al movimiento de protesta.
Algunas unidades militares que desertaron, con sus comandantes a la cabeza, cerraron sus instalaciones militares y exigieron la destitución de funcionarios acusados de corrupción o de participación en la represión mortal contra los manifestantes.