Con esto se refería a las medidas que pretende implementar el mes próximo, antes de las cumbres de la eurozona y la Unión Europea (UE) previstas para el 23 y el 30 de enero.

«De lo que haga Italia depende el destino de la economía mundial, porque de lo que hagamos aquí, depende el futuro de la zona euro y de ésta depende la economía global», agregó el premier de la tercera economía de la Eurozona.

El ex comisario europeo que lidera el gobierno tecnócrata nacido hace un mes sobre los escombros del Gabinete de Silvio Berlusconi, señaló que los planes no suponen «el uso de demasiado dinero público» para mantener el objetivo del gobierno de equilibrar el presupuesto hasta 2013 y reducir el enorme déficit del país.

«No tendría objeciones si llamaran a estas medidas «Crece Italia», señaló luego, en referencia a su anterior paquete para combatir la crisis de deuda, bautizado como «Salva Italia», que el Parlamento aprobó este mes.

Sin embargo, Monti advirtió a los periodistas que no anunciaría ninguna medida concreta, pues estas se encuentran en preparación, aunque anticipó que antes de que finalice el próximo mes de enero el Gobierno intervendrá en los campos mencionados.

La primera parte del programa, aprobado en ambas cámaras parlamentarias a pesar del rechazo popular, buscó recortar más de 30.000 millones de euros del presupuesto para sanear las finanzas públicas y devolver credibilidad al país en Europa.

Esta fase dos -centrada en el PBI que lleva años sin crecer más que unas pocas décimas porcentuales- busca impulsar el crecimiento sin usar los fondos públicos y bajo la premisa de la equidad, explicó Monti, citado por la agencia de noticias DPA.

Las reformas del mercado laboral son necesarias para incentivar el empleo juvenil, en un país que tiene una de las normas más estrictas en territorio europeo sobre contratación y despido, situación que muchos críticos consideran un freno a la actividad empresarial.

Sobre este punto, el premier señaló que en su gobierno serán «justos» en el cumplimiento de las promesas que hizo cuando llegó al poder tras la dimisión de Berlusconi, el mes pasado.

En tanto, Italia volvió este jueves a recaudar capital fresco en los mercados con una nueva subasta de deuda en condiciones más favorables que anteriormente, aunque no logró colocar el máximo previsto, informó la agencia de deuda nacional en Roma.

Roma colocó 7.020 millones de euros, cuando estaba prevista una suma entre 5.000 y 8.500 millones de euros.

Los bonos a diez años recaudaron 2.500 millones de euros a un tipo del 6,98 por ciento, frente al 7,56 por ciento de una subasta similar en noviembre.

Monti advirtió, sin embargo, que pese al relativo éxito «las turbulencias financieras no se pueden dar por acabadas».

Para Monti, la crisis de la deuda es sobre todo «un problema europeo» que requiere una respuesta «solidaria, común y convincente» de la UE.

El premier y su gobierno no electo y carente de políticos están bajo intensa presión de los mercados para contener la deuda soberana del país, que con 1,9 billones de euros representa el 120% del PBI nacional, y reavivar la economía de Italia, que no crece hace 15 años.