«El mensaje central del espectáculo es subrayar la continuidad de la lucha del movimiento estudiantil por cambiar el modelo educacional», afirmó el vocero de Confech y presidente de la Federación Mapuche, José Ancalao, citado por Prensa Latina.

Al evaluar los más de siete meses de movilizaciones de este 2011, Ancalao lamentó que el gobierno de Sebastián Piñera «nunca demostrará voluntad real de dialogar ni de atender a las demandas del estudiantado, a pesar de estar respaldadas por el 80 por ciento de la ciudadanía».

«Se trata de una administración estancada en la lógica de las soluciones sociales de los 80; piensan que con más Carabineros en las calles se van a solucionar los problemas», expresó el joven representante de la etnia mapuche.

Consideró, sin embargo, que a lo largo de este año «se logró avanzar en el plano de las ideas, en que la población ganara conciencia de la necesidad de cambios profundos en el sistema educacional y en la institucionalidad chilena».

Para la semana entrante, Confech anunció una última movilización del año, focalizada en la crítica a la Prueba de Selección Universitaria (PSU) -examen de ingreso-, requisito exigido desde 2003 para poder acceder a la educación superior en las llamadas universidades tradicionales.

El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Noam Titelman, opinó que la PSU es nefasta por su carácter excluyente.

«Es imposible estudiar si no se puede comer», comentó en alusión a la abismal desventaja con que se presentan a los exámenes los adolescentes que provienen de familias con bajos recursos.

La jornada de protesta está anunciada para el próximo 22 de diciembre.