Desde que viene llevándose a cabo la encuesta CEP, no se había alcanzado una cifra más baja que el record logrado hoy por Sebastián Piñera, cuya popularidad llegó a un escuálido 23%, es decir 3 puntos menos que la ya baja aprobación registrada en las encuestas del mes de julio pasado.

Además el nivel de rechazo aumentó en nueve puntos en este período, llegando a un 62%, con lo que el Presidente bate definitivamente todos los porcentajes alcanzados previamente por los gobernantes del Chile democrático, posterior a 1990, con una desaprobación que supera el 50%.

Hasta ahora el nivel de adhesión más bajo lo había tenido Eduardo Frei, quien llegó a un 28% en septiembre-octubre del año 1999, inmediatamente después de la crisis asiática.

La mayor desaprobación a Piñera – según los datos de esta última muestra CEP – se registra en la Región Metropolitana (bajando del 54% al 65% de rechazo), mientras que el apoyo es apenas mayor en las regiones (24% contra el 21% de adhesión en Santiago).

Los hombres experimentan un mayor rechazo que las mujeres (64% y 61% respectivamente), mientras que segmentada la desaprobación por niveles socioeconómicos, el peor resultado lo arrojan los sectores medios (61%) y los sectores bajos (66%). Sólo en el sector alto de la población la aprobación a Piñera supera al nivel de rechazo.

Respecto a los atributos presidenciales de Piñera, un 73% manifiesta que actúa con debilidad, un 72% expresa que no tiene destreza ni habilidades, un 69% dice que no le da confianza y un 77% afirma que le resulta lejano.

La caída del Jefe de Estado tiene simetría con la evaluación de los conglomerados políticos que también registran un nuevo descenso: la Alianza baja cuatro puntos llegando a un 20% y la Concertación un punto cayendo a 16%.

Aunque el descenso del conglomerado opositor podría considerarse dentro del margen de error, al medir la desaprobación ésta crece ocho puntos hasta llegar a un 54%. En el caso de la Alianza la desaprobación ciudadana aumenta en nueve puntos, para empinarse al 55%.

Además, respecto a la tendencia política con la que se identifican los encuestados, el 60% manifestó que no adhiere a ninguna opción, subiendo en seis puntos la apatía respecto de la encuesta anterior.

La encuesta se llevó a cabo entre 11 de noviembre y el 11 de diciembre, periodo en el que se produjo la discusión del Presupuesto, el enfrentamiento entre el gobierno y el Poder Judicial por las cifras de la delincuencia, las elecciones en las distintas federaciones de estudiantes y la aprobación del voto voluntario y la inscripción automática.