El sistema está todavía resolviendo temas como el de Occupy Wall Street del mismo modo que lo hizo hace 2.000 años!
¿Es que no hemos aprendido nada desde Julio César, cuya arrogancia desembocó en un fin violento para la República, con todas sus consecuentes tragedias? Podemos muy fácilmente ponerle un cero a la administración de Bloomberg por su desempeño en materias sociales y su desprecio por la democracia y los derechos humanos.
Esta ocupación de Wall Street era la perfecta oportunidad para que el alcalde comenzara una discusión real sobre los límites y el desarrollo de Wall Street, y sobre el rol que juegan y los desafíos que tienen las pequeñas empresas en la ciudad. Podríamos haber comenzado un diálogo sobre cómo garantizar viviendas de bajo costo, acceso gratuito a la educación y salud para todos en el marco de la economía actual.
Este desalojo no resolverá ninguno de los problemas reales. Mañana, la ciudad va a contar con el 40% de sus habitantes viviendo en un 200% por debajo de la línea federal de la pobreza, equivalente a $21,660 anuales, y más de la mitad de los ingreso de la Ciudad de Nueva York seguirán siendo ganados por sólo un quinto de sus residentes.
Esta situación no fue creada por Occupy Wall Street y jamás ha sido enfrentada por el alcalde Bloomberg durante sus más de 10 años en el poder. Es una situación lamentable, pero desgraciadamente, es todo lo que podemos mostrar ante los afanes de nuestros esforzados ancestros por construir nuestra democracia!