P: ¿De qué se trata “El derecho a la rebelión y la lucha no violenta”?
GS: Se trata en verdad de un ensayo escrito originalmente en 2001. Como su nombre lo indica habla sobre el Derecho de los Pueblos a rebelarse en los sistemas democráticos cuando sus derechos humanos son violados, con violaciones directas o cuando el sistema los deja sin vivienda, sin trabajo como pasaba en Argentina en aquella época que después terminó con la caída del gobierno y donde en ese momento había mucho debate sobre la acción de los piqueteros u otras organizaciones que entre comillas “entorpecían” el orden público para pedir trabajo o pedir subsidios. Así que bien, dentro de ese debate nos pareció importante dar un posicionamiento como humanistas sobre el tema del derecho que tienen las poblaciones a rebelarse, sobre el espíritu que tiene en sí la no violencia como metodología. Diez años después vemos que en muchas partes del mundo la lucha no violenta, está cobrando cada vez más vigencia, muchos pueblos la están tomando en sus manos sobre todo en Europa, en los países árabes, nos pareció un momento adecuado para volver a editar este ensayo agregándole capítulos que tienen que ver con el momento actual y lo estamos presentando en la Feria del Libro en Mar del Plata.
P: Precisamente, ¿cuáles son esos cambios que has agregado en relación a la edición del 2001?
GS: Más que un cambio, mantenemos el texto original que nos parece actual y en todo caso lo que es anacrónico desde la perspectiva actual vale la pena repetirlo y agregamos unas cuatro o cinco páginas sobre temas muy actuales como tiene que ver los desafíos que tiene que tener la lucha no violenta, el espíritu que debería tener la lucha no violenta, porque ha habido algunos malos entendidos, porque una cosa son las tácticas de lucha no violenta y otra cosa es el espíritu de la lucha en sí, para pasar del reclamo que es lo que se está pidiendo a las autoridades hasta llegar a una Democracia Real; creemos que hoy las tecnologías de comunicaciones en el mundo permite que la gente vaya tomando realmente el poder en sus manos, más allá de organizarse para peticionar a las autoridades. Creemos que puede organizarse para incursionar ella misma en política de la base y transformar ella misma la sociedad. Eso es lo que hemos agregado en esta edición 2011.
P: ¿Qué evaluación hace de lo que está pasando en distintos lugares del mundo, donde se están expresando nuevos movimientos con características no violentas, como los Indignados de España, los estudiantes de Chile y Colombia, las manifestaciones en Grecia y en los países Árabes?
GS: Sí, es un fenómeno realmente muy interesante. En algunos casos lo que está pasando uno lo puede asociar con lo que ya vivimos en Argentina en el 2001, todo lo que tiene que ver con la crisis económica, el crecimiento que ha tenido el primer mundo en base al endeudamiento en los últimos diez años que lo ha llevado a esta crisis, pero también las rebeliones tienen otros contenidos, hoy se pide por la Democracia Real, un cambio real del sistema no solamente por las consecuencia del sistema. En los países árabes se pedía por libertad, por derechos, democracia y sobre todo la participación de la juventud que ha liderado estas movilizaciones y la vocación no violenta que ha tenido la juventud que ha sido protagonista en diferentes sociedades creemos que nos habla de algo que nos atraviesa a todo el mundo y no solamente es un fenómeno social que se da por la crisis financiera que en algunos países se moviliza la gente. Detrás de eso hay una gran movilización de toda la juventud que ha empezado a ser protagonista como lo fue en décadas pasadas los 60, los 70 que luego parecía había desaparecido de la participación pública y ahora vemos que nuevamente los jóvenes están retomando con nuevos bríos y soy optimista respecto de eso. Creo que puede llegar a transformarse cosas de fondos y en este ensayo lo explica, el ver como a través de ese desafío de hacer renunciar gobiernos como en Egipto o Tunez, o hacer tambalear gobiernos en Europa, ver cómo se logra cambiar la política y no una vez que pase la ola, sea más de los mismo o se cambie un poquito para no cambiar nada.
P: Está claro que es lo que no se quiere, pero hay que fortalecer la imagen de lo que se quiere.
GS. Si, y yo creo que lo que se quiere está claro, lo que no está claro es cómo llegar a eso, como lograr penetrar en el sistema político que hoy es la gran muralla a través de la cual el sistema se sigue manteniendo firme a pesar de las protestas.