Poco antes de que estallara un coche bomba ella había cambiado de vehículo por temas de organización. Nunca pudo olvidar aquella tragedia en la que decía, *“debí morir entre mis compañeros”*.
Era una mujer serena, de ojos felinos, mirada expresiva, amorosa.
Guardaba en su interior recuerdos que nunca saldrán a la luz. Su amor se llamaba François Mitterrand con quién se casó un día antes de cumplir los 20 años.
Fue digna primera dama los catorce años que su marido presidió el Gobierno de Francia.
Danielle colaboró en sus campañas políticas, la primera el año 1965 contra De Gaulle, muy dura, que perdieron en la primera ronda pero no desfallecieron. Fue el 10 de mayo de 1981 que los franceses dieron su SÍ a Mitterrand. Tras un día tenso, no quisieron hacer caso a las encuestas, hasta escuchar el anuncio de la victoria. Danielle contaba que en medio del clamor François le susurró *qu’est ce qui nous arrive?*
Dedicó su vida a la Fundación France Libertés de la que este mes de octubre se han festejado los 25 años.
Su labor en la Educación para la Paz tenía últimamente una dedicación especial para conseguir que todos los seres humanos del Planeta tuvieran acceso al agua. Danielle Mitterrand ha sido un faro que ha iluminado el cielo tenebroso de este mundo que no es el que deseamos.
Seguiremos tu lucha, a favor de hombres y pueblos, tu ejemplo nos da coraje. Nunca te olvidaremos.