Los jóvenes generaron el espacio en la plaza de la Libertad y con ello se encendió la chispa. La
gente estaba esperando que ocurriera algo y ellos han sido el detonante. Y todo indica que es
sólo el principio de algo mayor. Los organizadores aseguran por las redes sociales que más de
50.000 personas se han concentrado en el rebautizado parque Zuccotti. Allí se inició y finalizó
una protesta que partió hacia las tres de la tarde hora local, cuando miles de indignados partieron
en dirección a Foley Square, donde organizaciones ciudadanas y sindicatos, como el de las
enfermeros – con más de 170.000 afiliados – o el de los empleados de transporte público – con
38.000 – convocaban a los ciudadanos para expresar su apoyo al movimiento Occupy Wall Street.

Así, los centenares de jóvenes que empezaron acampando hace 18 días en la denominada
plaza de la Libertad, – a los que muchos no dieron crédito alguno – recibían contundentemente
un espaldarazo definitivo de parte de trabajadores neoyorquinos. Amen de extenderse por todo
el país. *“Todo el mérito es de estos chicos, que han osado ocupar una plaza y hacerse oír. Ellos
son el futuro y nosotros, desde los sindicatos, tenemos que apoyarles porque sus reivindicaciones
también son las nuestras. Wall Street lleva demasiado tiempo estrujando a los trabajadores y
estos chicos nos han ayudado a recordarlo. Hay que cambiar el status quo”*, declaraba Paul
Piazza, del sindicato TWU.

El movimiento Occupy Wall Street hace gala de su capacidad de manifestación de este
martes, con frases como: *“Somos los indignados de Nueva York”*, del sindicato de empleados
internacionales –con casi dos millones de afiliados – que fueron coreadas por los miles de
manifestantes que recorrieron el distrito financiero neoyorquino. Las cifras de asistentes oscilan,
entre las 8.000 de la policía y las 40.000 de los sindicatos; pero lo cierto es que Nueva York no
vivía una marcha con tanta energía, ni tan multitudinaria y heterogénea desde las protestas contra
la guerra de Irak en 2003. Todo un nuevo hito.

Desde estudiantes de secundaria hasta oficinistas, amas de casa, profesores, camioneros,
jubilados… todos manifestaban su malestar con la situación social vigente.

Son como el crisol de toda la sociedad estadounidense, incluidos los inmigrantes latinos o la
llamada minoría de raza negra, que son ese 99% de la población que representan, frente al 1% de
los acomodados y más ricos (que no se quejan).

Esta vez la policía se mostró menos agresiva y ostentosa, opuestamente a las manifestaciones
pasadas donde la presencia policial era casi mayor que la de manifestantes, sólo se informa por
ahora de 18 detenciones.

Sin duda ha pesado la mala prensa recibida por los agentes tras los violentos arrestos de los
pasados días 23 y 30 de septiembre, con unos 800 detenidos en total, aunque haya sido el efecto
que difundiera el movimiento Occupy Wall Street entre los neoyorquinos y a escala nacional e
internacional.

La marcha confluye en el parque de la Libertad, donde sindicalistas, estudiantes, desempleados
y jubilados, vecinos, y demás gente común, conversan animadamente sobre el futuro. Unos
dicen *“El siguiente paso es el boicot comercial”*, otros la *“Huelga general”* o *“Sacar el dinero
de los bancos”* es otro comentario. El flujo de de ideas es intenso, que se intercambia en
grupos de diversos tamaños. Todos coinciden en subir los impuestos a Wall Street y demandar responsabilidades penales a los responsables de la crisis financiera. Y dejan en queda claro que
las protestas no finalizan con esta manifestación. Otros destacan que: *“Los políticos reaccionan
al ver a la gente en la calle. Hoy se ha visto y mucha, además captan que no nos quedaremos
quietos. Los ciudadanos hemos decidido exigir responsabilidades y vamos a seguir tomando las
calles, en Nueva York y en el resto del país. Los jóvenes han empezado pero ya somos muchos
los que estamos dispuestos a seguirles. De esto debería salir una sociedad diferente”*.

Además, protestas similares a esta se han realizado en localidades de Boston, Los Angeles, San
Louis, Chicago y Kansas, según ha informa The Washington Post.